El lugar donde vives influye significativamente en la facilidad con la que puedes recibir atención para problemas cardíacos.
Casi la mitad de los condados de EE. UU. carecen de cardiólogos en ejercicio, y estos lugares presentan peores condiciones de salud cardíaca, según un nuevo estudio.
Más del 46% de los condados de EE. UU. no cuentan con un solo cardiólogo, aunque en los demás condados hay un promedio de 24 cardiólogos en ejercicio, según el estudio publicado el 8 de julio en el Journal of the American College of Cardiology.
Los condados sin cardiólogos suelen ser rurales y pobres. De hecho, casi 9 de cada 10 condados rurales (86%) no tienen un cardiólogo.
Estos condados también tienen un riesgo promedio de enfermedad cardíaca un 31% mayor y una mayor prevalencia de factores de riesgo como diabetes, hipertensión, colesterol elevado y tabaquismo.
Las personas en estos condados tienen más probabilidades de morir por problemas cardíacos y, en promedio, su expectativa de vida es un año más corta, indicaron los investigadores.
“Si bien los cardiólogos no son los únicos determinantes de los resultados cardiovasculares, la falta de acceso a cardiólogos en áreas con mayor prevalencia de enfermedades cardíacas y mortalidad es increíblemente preocupante”, dijo el Dr. Haider Warraich, director del programa de insuficiencia cardíaca en VA Boston Healthcare y médico asociado en Brigham and Women’s Hospital en Boston.
Las personas en condados sin cardiólogo tienen que conducir un promedio de 87 millas de ida y vuelta para ver a uno, en comparación con 16 millas en condados que sí tienen un cardiólogo.
Es poco probable encontrar condados sin cardiólogos en las costas de EE. UU., mientras que los condados sin cardiólogos en el sur presentan el mayor riesgo de enfermedad cardíaca.
Estos condados tienden a tener ingresos familiares más bajos, más personas sin seguro de salud, peor acceso a médicos de atención primaria y menor capacidad para comprar alimentos saludables.
Las personas en estos condados también son más propensas a hospitalizaciones que podrían haberse evitado con un tratamiento temprano, agregaron los investigadores.
“Nuestros hallazgos realmente resaltan la necesidad crítica de encontrar formas de mitigar las profundas disparidades para mejorar los resultados de las enfermedades cardiovasculares para los estadounidenses que viven en áreas rurales y desfavorecidas”, dijo Warraich en un comunicado de prensa del hospital.