Una activista con corazón para impulsar la inclusión.
Para Virginia González no fue fácil experimentar que su vista se fuera extinguiendo sin poder impedirlo, cuando precisamente estaba en plena productividad en su trabajo como administradora y aunque trataba de postergar la difícil decisión de reconocer que ya no podía ver, un día tuvo que renunciar a su empleo.
Con pesar y desánimo prácticamente se refugió en su casa por días, semanas y meses, pasando por el proceso de resignación, pero también de buscar las herramientas y la forma en que iba a desempeñarse en su nueva vida tal como estaba y tomó nuevamemte el control y se dijo a sí misma que tenía que reprogramarse y, primero salir nuevamente a emplearse y abrir camino para los demás para ser incluidos como personas producivas y que tienen el derecho de estar en un empleo, en las calles, en la sociedad y las leyes deben considerar las condiciones para ellos.
¿Qué es la Red Nacional para la Inclusión de Personas Ciegas y de Baja Visión?
"Estamos a nivel nacional, yo represento a la red desde enero y estamos por convicción de cambiar la estructura e historia de México, cambiando leyes que nos ayuden en el avance para las personas en la discapacidad y trabajando en la defensa y lucha por los derechos".
"Nos preocupa la gente ignorada y la que no sabe sus derechos, por eso queremos y estamos trabajando en ello para que estén capacitados en sus derechos como personas con discapacidad visual en el país, estar empoderados, y sobre todo, cambiar el contexto en que la sociedad nos ve como personas victimizadas o que siempre se nos tiene que dar".
¿Cuántas son las personas que tienen esta condición de debilidad visual parcial o completa?
"En Monclova somos 50 integrantes registrados, pero hay más, sólo que no tienen la tecnología, por ello, no están incluidos en los grupos, pero vamos para ello, ya tenemos un contacto nacional de programas de capacitación auspiciados por la Asociación de Ciegos más grande que existe, que es la de España, para poder dotarlos de tecnología. Aparte, el dato del INEGI es que existimos en Monclova más de18 mil personas con discapacidad en general, en primer lugar la motriz, después visual, intelectual, auditiva y luego psicosocial".
¿Es difícil ejercer desde esta red o también a través del cargo en el municipio?
"Sí, estamos en la dirección del Adulto Mayor y Personas con Discapacidad, me toca atender las necesidades de estos dos segmentos, buscar talleres, apoyarlos con algunos programas del departamento, escucharlos y acompañarlos en la promoción y defensa de sus derechos y no dejarlos solos".
¿Qué habilidades desarrollaste en tu actividad?
"Antes de perder la vista por completo, trabajaba con el INEGI como supervisor de capacitadores y como censor, y con el Instituto Nacional Electoral como capacitador, en tres procesos electorales, y con la red nacional hemos estado trabajando en varios estados porque promovimos los juicios de inclusión en los tribunales y logramos hacer cosas para que todos las personas con discapacidad sean incluidos en los procesos, en el voto como en su participación como funcionarios y darles las herramientas. Estuve en gerencias y Recursos Humanos y luego viene el servicio público después de la pérdida de la visión total mía".
¿Cómo fue que te adaptaste a ello?
"Fue un proceso de duelo donde solita me levanté, sí tocas fondo, tienes que vivir los pasos que implica todo un duelo, cuando pierdes un sentido, entonces, el llegar a aceptarte y llegar a levantarte, creo que fue un proceso que hice sola, pero impulsada por mi hijo y llegué al servicio público tocando puertas durante 8 años, o fue fácil, pero un buen día se logró y disfruto mucho mi labor desde el trabajo como en la red, donde es honorario".