La exposición temprana a los antibióticos podría incrementar el riesgo de asma en los niños al alterar sus bacterias intestinales, sugiere un reciente estudio realizado en ratones.
Los antibióticos podrían reducir la producción intestinal de ácido indol propiónico (IPA), un bioquímico esencial para la protección a largo plazo contra el asma, según los investigadores en la edición del 15 de julio de la revista Immunity.
"Descubrimos que un efecto del tratamiento con antibióticos es el agotamiento de las bacterias que producen IPA, disminuyendo así una molécula clave que tiene el potencial de prevenir el asma", indicó el investigador principal, Ben Marsland, profesor de inmunología de la Universidad de Monash en Australia.
Cuando se administraron antibióticos a ratones durante los primeros años de vida, estos se volvieron más susceptibles a reacciones alérgicas a los ácaros del polvo, informaron los investigadores. En los humanos, el asma suele desencadenarse por la exposición a los ácaros del polvo.
Esta susceptibilidad a los alérgenos de los ácaros del polvo persistió en los ratones a largo plazo, incluso después de que sus niveles de microbioma intestinal y IPA regresaran a la normalidad, según los investigadores.
Esto sugiere que la función de IPA en la formación de una respuesta inmunitaria saludable es especialmente importante durante los primeros años de vida, señalaron los investigadores.
Además, cuando los ratones complementaron su dieta con IPA a una edad temprana, se recuperaron eficazmente de las alergias a los ácaros del polvo y del asma.
"El uso de antibióticos en el primer año de vida puede tener el efecto no intencionado de reducir las bacterias que promueven la salud", dijo Marsland en un comunicado de prensa de la universidad. "Sabemos a partir de esta investigación que los antibióticos llevan a una reducción de IPA, que hemos encontrado que es crucial en los primeros años de vida mientras nuestras células pulmonares maduran, convirtiéndolo en un candidato para la prevención temprana de la inflamación alérgica de las vías respiratorias".
Estos hallazgos subrayan la importancia de desarrollar un microbioma intestinal estable en los niños, afirmó Marsland.
Asimismo, los suplementos dietéticos ricos en IPA podrían ayudar a los niños a prevenir el asma. Sin embargo, esto necesita ser probado en humanos, ya que los resultados de la investigación en animales no siempre se traducen directamente a las personas.
"La ingesta de alimentos (tanto leche como sólidos), así como la genética y las exposiciones ambientales, moldean el microbioma intestinal en primer lugar", dijo Marsland. "Se ha demostrado que los bebés con alto riesgo de alergias y asma tienen una maduración interrumpida y retrasada del microbioma intestinal".