El huevo ha sido un elemento fundamental en la dieta mexicana, apreciado por su versatilidad y valor nutricional.
Sin embargo, existe una preocupación común sobre si su consumo diario podría incrementar los niveles de colesterol en la sangre, una cuestión que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha abordado con información esclarecedora.
El huevo es una fuente importante de proteínas, proporcionando alrededor de siete gramos por unidad. Además, contiene diversos nutrientes esenciales como la vitamina D, crucial para el sistema inmunológico, y la colina, que es vital para el funcionamiento cerebral y la prevención del deterioro cognitivo.
Las claras de huevo, ricas en proteínas y aminoácidos esenciales, son beneficiosas para la salud muscular y ósea, además de contener vitaminas del grupo B y antioxidantes que protegen la vista.
El mito del colesterol asociado al huevo surge debido a que la yema contiene colesterol. Sin embargo, según la UNAM, el consumo moderado de huevos no suele aumentar significativamente los niveles de colesterol en personas saludables. Antonio Quintana López, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, indica que para observar un aumento considerable en el colesterol, sería necesario consumir más de seis huevos diarios.
El portal Ciencia UNAM también desmiente varios mitos sobre el huevo, destacando que factores como el estrés, el sedentarismo y el consumo de alimentos ultraprocesados tienen un impacto mayor en los niveles de colesterol que el consumo de huevo. Además, la proteína del huevo puede contribuir a limpiar las arterias y venas de grasas saturadas.
Otro mito popular es que las claras son más nutritivas que las yemas. En realidad, mientras la clara es rica en proteínas, la yema contiene proteínas de alta calidad, además de ser una fuente de vitaminas y antioxidantes. Es esencial consumir los huevos cocidos para evitar riesgos como la salmonelosis.
El color del huevo, ya sea blanco o marrón, depende de la raza de la gallina y no afecta su valor nutricional. Según Quintana López, no se recomienda lavar los huevos antes de almacenarlos, ya que tienen una cutícula protectora que los mantiene libres de microorganismos.