En concreto, algunos adolescentes y adultos jóvenes parecen desarrollar con cierta rapidez comportamientos compatibles con una adicción a las autolesiones no suicidas.
Uno de cada cuatro adolescentes en el mundo presenta una autolesión no suicida y un 2 % de los adolescentes españoles tendrá un intento de suicidio a lo largo de su vida.
Estas y otras conclusiones se recogen en el libro “The Oxford Handbook of Nonsuicidal Self-Injuri”, escrito por profesionales de la salud para dar visibilidad y hacer una revisión a las últimas investigaciones sobre el tema.
En él, participa el doctor Hilario Blasco-Fontecilla, investigador de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y director médico del centro de Bienestar Emocional Emooti, junto a otros expertos internacionales.
“Lo que puede empezar como un mecanismo de regulación emocional, puede derivar en un mecanismo de recompensa que genera una resistencia y hace que cada vez se necesite más frecuencia o intensidad de las autolesiones, pudiendo llevar al descontrol”, señala el investigador y psiquiatra.
Una verdadera adicción
Algunos estudios muestran como la subida de beta-endorfinas en sangre de las personas que se autolesionan puede ser similar a la que se produce cuando se consumen drogas, tabaco o alcohol, generando así una adicción.
Además, el psiquiatra explica que el estado emocional que precede a las autolesiones no suicidas puede compartir los síntomas aversivos de abstinencia que experimentan otras adicciones.
“De alguna manera las autolesiones se convierten en una especie de costumbre y cuando la persona no las realiza, siente que le falta algo. Se convierte en una sensación crónica de vacío”, indica el experto.
La probabilidad de que un adolescente que se autolesiona intente suicidarse es de un 30 %, siendo el riesgo aproximadamente el doble que el de un adulto.
En el caso de los adultos que presentan autolesiones no suicidas, alrededor del 15-20 % terminan intentando suicidarse posteriormente.
“Es por ello que los adolescentes con autolesiones no suicidas cumplen criterios suficientes para considerarlos como personas con riesgo de suicidio”, añade Blasco-Fontecilla.
Causas de las autolesiones no suicidas
El psiquiatra señala que las autolesiones pueden tener diversas causas, entre ellas el uso como una forma de autorregulación emocional para sentir alivio, mejorar el estado de ánimo o evitar cometer otros actos.
En ciertos casos, también se pueden considerar como llamadas de atención hacia su entorno social más cercano o como una manera de buscar sensaciones como la libertad o la evasión del vacío.
El uso de los dispositivos tecnológicos
Además, otro de los factores que puede incidir en los altos índices de autolesión y suicidio es el mal uso de dispositivos móviles con acceso a Internet.
Según el investigador, entre 2019 y 2022, el uso de las nuevas tecnologías en los suicidios ha aumentado del 33,5 % al 51,5 % debido a que puede ser un medio usado para generar violencia (sextorsión, ciberacoso) o informarse sobre como llevar a cabo autolesiones o suicidio.