El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es una condición del neurodesarrollo que, aunque generalmente se identifica en la infancia, puede continuar en la adultez, impactando considerablemente la vida laboral, social y personal de quienes lo padecen.
A pesar de su prevalencia, solo el 1% de los adultos con síntomas reciben un diagnóstico oportuno, según la Dra. Brenda Rodríguez Aguilar, Coordinadora de la Clínica de Atención al Trastorno por Estrés Postraumático del ISSEMYM.
Para diagnosticar con precisión a los adultos, es crucial revisar su historial clínico desde la infancia. La Dra. Rodríguez Aguilar destaca la importancia de que los especialistas determinen si los síntomas de déficit de atención, hiperactividad o impulsividad estaban presentes desde etapas tempranas.
Esta evaluación implica indagar sobre la frecuencia y duración de los síntomas, así como su manifestación en diferentes contextos, como en el hogar, la escuela o en situaciones sociales.
**Síntomas del TDAH en adultos**
Los adultos con TDAH enfrentan diversos síntomas que pueden afectar su rendimiento en distintas áreas. Estos incluyen dificultades para concentrarse, problemas en la gestión del tiempo, desorganización, falta de motivación, fatiga, interrupciones constantes en conversaciones y dificultad para seguir instrucciones o completar tareas. También pueden perder objetos personales con frecuencia y tener problemas para mantenerse sentados durante largos períodos.
**¿Qué es el TDAH?**
El TDAH afecta al 8.8% de la población mundial, según el Reporte Mundial sobre Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se presenta de tres maneras distintas: predominio del déficit de atención, predominio de la hiperactividad e impulsividad, o una combinación de ambos. Este trastorno puede impactar el desarrollo y funcionamiento social, académico y laboral de una persona.
**La Necesidad de Normalizar la Atención a la Salud Mental**
La Dra. Rodríguez Aguilar subraya la importancia de normalizar la atención a la salud mental para identificar problemas como el TDAH y recibir tratamiento oportuno. Diagnosticar el TDAH en la infancia es fundamental, pero muchos casos se detectan tardíamente, agravando las dificultades en la vida adulta. Los adultos que sospechan tener TDAH deben evitar autodiagnosticarse y buscar ayuda profesional.
El diagnóstico del TDAH en adultos requiere una evaluación exhaustiva del historial clínico infantil del paciente. Según la Dra. Rodríguez Aguilar, los profesionales de la salud mental deben verificar la presencia de al menos cinco síntomas persistentes de falta de atención o hiperactividad-impulsividad en más de un entorno. Esta evaluación detallada asegura un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.