El impacto de este tema se refleja en la dinámica económica de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas por lo que se trabajará en conjunto.
La migración será uno de los temas prioritarios en la colaboración entre los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, según lo anunció el gobernador Manolo Jiménez Salinas durante una reciente reunión de coordinación de seguridad celebrada en Saltillo, en la que participaron también los gobernadores de las entidades vecinas. Este encuentro subrayó la importancia de abordar de manera conjunta y coordinada uno de los desafíos más apremiantes para la región: la migración.
El secretario de Gobierno de Coahuila, Óscar Pimentel, destacó que la migración no solo es un asunto crucial en términos de seguridad, sino que también tiene implicaciones económicas significativas para los estados involucrados. Pimentel explicó que el cierre de la frontera puede tener un impacto severo en la economía regional. “Detiene las exportaciones, detiene la actividad productiva, afecta económicamente, de tal manera que lo que estamos buscando es que no se vuelva a presentar una situación crítica como la que se presentó en el mes de diciembre pasado y para eso seguimos trabajando”, afirmó.
El cierre de la frontera y las restricciones asociadas no solo afectan a las grandes empresas, sino también a los pequeños y medianos empresarios que dependen del comercio transfronterizo para sus operaciones diarias. La interrupción de las exportaciones y la actividad productiva puede llevar a pérdidas económicas significativas, afectando la estabilidad y el crecimiento de la región.
Pimentel detalló que las estrategias de seguridad están siendo ajustadas en respuesta a los cambios en los flujos migratorios y las operaciones de las bandas de polleros. Estas bandas, dedicadas al tráfico de personas, representan un desafío adicional para las autoridades. La meta es reducir significativamente el número de personas que intentan cruzar a Estados Unidos a través de Coahuila. “Estamos modificando las estrategias conforme se modifican los flujos de migrantes y la operación de las bandas de polleros, buscando con ello reducir de manera considerable las cifras de las personas que cruzan a Estados Unidos por Coahuila”, dijo.
El secretario de Gobierno informó que, gracias a estas medidas, el flujo migratorio en Coahuila ha disminuido en un 60 por ciento. Este logro es un testimonio del esfuerzo conjunto de las autoridades para abordar el problema de manera efectiva. Pimentel subrayó la importancia de combatir el tráfico de personas con un enfoque que respete los derechos humanos de los migrantes