La creadora de contenido, Verónica Meléndez, más conocida como Luna Bella, está acaparando la atención en redes sociales, luego de grabar un video íntimo a bordo de un vagón de la Línea 6 del Metro de la CDMX.
Por medio de la plataforma X, diversos usuarios comenzaron a compartir el suceso donde se ve al personaje de cine para adultos grabar un video de contenido sexual frente a decenas de pasajeros.
Si bien desde sus inicios como youtuber, la originaria de Monterrey, Nuevo León, contó diferentes aspectos de su vida, la cual fue marcada por la pobreza, el bullying, violencia y todo tipo de agresiones que la llevaron a ganarse la vida a través de su cuerpo, Luna Bella intentó alejarse de todo ese medio al encontrar el camino de la espiritualidad.
Por lo anterior, durante el 2016, la influencer anunció que se uniría a la religión cristiana.
Por esta razón Luna Bella se hizo cristiana
Hace dos años en el podcast del comediante Sergio Mejorado, la creadora de contenido revivió este capítulo en su vida, contando acerca de los motivos que la llevaron a acercarse a la religión, como haber atravesado por un grave problema de drogadicción.
“Llegué a un extremo en el que ya no sabía dónde estaba, ni con quién despertaba, ni quién era; la fiesta la empezaba los jueves y terminaba hasta el domingo”, mencionó en la transmisión.
También contó que el mundo de la drogadicción le comenzó a dar miedo porque sus alucinaciones comenzaron a ser oscuras y esa oscuridad se manifestó en su vida diaria en su forma de vestir, de pensar y le atraía cosas malignas que la llevaron a pensar en suicidio.
Dentro de este círculo autodestructivo conoció en Acapulco a su ex pareja, quien le contó que sus padres eran cristianos y ella se acercó a ellos como un refugio para alejarse de la oscuridad que la rodeaba.
“Estando en el cristianismo me sentí muy reprimida, al pasar de los días me empezaron a decir: no te vistas así, no puedes hablar así y no puedes tener amigos de la comunidad gay, ni que se dediquen a la prostitución”.
Luna Bella se alejó de la religión cuando reconoció que estaba intentando ser alguien diferente, pues se reconoció como una mujer libre: “Dios conoce lo que hay en mi corazón y no necesito estar en una iglesia para que el me escuche; soy creyente y no necesito estar en una iglesia para que me escuche”.