El Felino no teme mostrar que es un ser humano con dos adicciones.
Puede tomarse hasta 10 tazas de café, eso sí, con apenas una cucharada ‘copeteadita’, lo suficiente para engañar a su paladar. También es capaz de bailar la cumbia más guapachosa sin importar el lugar en el que se encuentre. El Felino no teme mostrar que es un ser humano con dos adicciones. “No tomo y no fumo. Mis únicos vicios son el café y el baile”.
Al festejado lo que pida. El integrante de la dinastía Casas decidió celebrar sus 40 años de luchador profesional con lo que más le gusta hacer y en el lugar menos esperado: un baile en la Plaza del Danzón que se ubica a un costado del Centro de la Imagen, cerca del Metro Balderas.
El Felino tenía 10 años cuando comenzó a escuchar música tropical. La influencia de su cuñado Sergio Ramírez, quien es dueño del Sonido Zeppelin fue bastante en un grupo de amigos que crecieron y aprendieron a bailar en el barrio de Tlalpan.
”Siempre he llevado la cumbia, la música tropical, la guapachosa y la guaracha dentro de mí. Es mi manera de expresar mi gusto por la vida”.