Ninguna autoridad respondió para verificar si el animal tiene rabia o pone en riesgo aún más a las víctimas.
Fue el pasado sábado cuando tres mujeres fueron atacadas por un can en las calles de Praderas Tercer sector, pese a levantar un reporte con Control Animal dirigido por Martín Gómez la respuesta del director fue “el municipio no le dio el perro a la señora” deslindándose de todo tipo de responsabilidad para verificar si el animal tiene alguna enfermedad que resulte perjudicial para las afectadas.
Mano tibia es la que ha dejado ver el director en cuanto a una situación de este tipo se presenta, pues la población ha reportado en varias ocasiones levantar quejas en el departamento por canes agresivos o delicados de salud, pero por ciertos pretextos el apoyo nunca llega y en esta ocasión ocurrió exactamente lo mismo.
La primera víctima, Edith de 24 años terminó con una mordida en el tobillo izquierdo que dejo su tendón expuesto y por ende no puede recibir puntadas hasta que un especialista la examine, mientras tanto seguirá sangrando y realizándose curaciones. Su hermana Liliana de 28 años terminó con 10 puntadas en el chamorro izquierdo y su madre Adriana de 57 años con 2 puntadas en la muñeca, ya que, no puede recibir más debido a la profundidad que el animal provoco con sus colmillos. No es la primera vez que Edith había sido atacada por el mismo can al cual su dueña Laura Trejo no mantiene alejado de los vecinos.
En esta ocasión Laura Trejo resguardó al animal en su domicilio y posteriormente en la escena se presentó Ruth Contreras, trabajadora del Centro de Justicia Penal de ciudad Frontera, para intimidar a las víctimas diciéndoles que no podían comprobar nada. La dueña también se deslindó de los gastos por la atención medica que cada una de las afectadas recibió.
Aunque el reporte fue levantado a Protección y Control Animal con la preocupación de verificar que, el can no cuente con alguna enfermedad como la rabia y pueda afectar a las mujeres o volver a atacar a algún vecino el director afirmó que, es responsabilidad de la dueña y ellos no pueden intervenir ni siquiera para asegurarse que no correrán más peligro y examinarlo.