Franco Colapinto tiene un merecido descanso. Será corto, no hay dudas, pero un par de días necesitará el argentino para bajar a tierra todo lo que vivió en el fin de semana de Gran Bretaña. De Silverstone se va con tres fines de semana de Fórmula 2 en fila y la prueba con el Williams en su debut en una tanda oficial de Fórmula 1. Esa mochila precisa descargarse un poco, pero también se va con la satisfacción enorme de la tarea cumplida y un futuro que se vislumbra como muy alentador.
El colofón del fin de semana fue el cuarto puesto en la carrea larga de la octava fecha de F2. Tal como lo había hecho siete días atrás en Austria, el equipo MP apostó por una estrategia diferente a la aplicada por sus rivales más cercanos en la grilla de partida: partió con cubiertas duras para estirar la parada; el resto fue por la inversa. Eso lo dejó en la punta de la carrera en la 11ª vuelta y la tuvo hasta que se detuvo en la 23ª de las 29 pactadas. Cuando estuvo adelante, marcó un ritmo consistente y veloz, un dato que no pasa inadvertido para los que anotan el trabajo de los jóvenes. Cuando volvió a pista de la detención quedó sexto, marcó el record de vuelta, superó a Victor Martins y se iba para adelante. Pero el compuesto blando se desplomó muy rápidamente, más de lo pensado para un auto que ya había consumido gran cantidad de combustible y estaba liviano. Finalmente avanzó hasta el cuarto puesto (tras la parada y penalización de Paul Aron) y se terminó defendiendo de Martins para ser cuarto.
Colapinto encadenó los tres fines de semanas en los que más puntos sumó en F2: 18 en Barcelona, 19 en Spielberg y 17 en Silverstone. Se mantiene quinto en el torneo, con 92, y quedó a 41 del nuevo líder, Isack Hadjar, el ganador de la carrera sprint (el francés largó mal desde la pole, pero se recuperó con gran ritmo). El objetivo del piloto argentino de su grupo de trabajo es pelear por el título y la chance está. En la interna del MP, le sacó 26 puntos a su compañero Dennis Hauger. Un dato: el noruego llegó a la primera cita europea de F2 con 28 unidades más que el bonaerense (41 a 13). Franco dio vuelta claramente la batalla en las cuatro citas disputadas en Europa.
Por supuesto, el punto más alto del fin de semana inglés fue su participación en la tanda libre 1 del GP de F1 con el Williams. Su tarea dejó muy conforme a los popes del histórico equipo de Grove y la chance de tener otra participación en un entrenamiento oficial creció. Sin dudas, Colapinto necesita un respiro, al menos, de un par de días. Porque deberá seguir con su tarea en el simulador de Williams, su preparación física y la mente puesta en la F2, porque cada paso que da es seguido de cerca. En dos semanas llegará Hungría, el primero de dos fines de semana seguidos que desembocará siete días después en Bélgica, antes de un mes de vacaciones.
“El viernes fue un día inolvidable, soñado. Hoy tuve una carrera difícil, porque no se sabía qué iba a pasar con el clima. Y el equipo quiso ir con dos opciones de estrategia porque largaba cerca de Dennis. Pero todo cambió con los dos autos de seguridad que entraron al principio y los que largaron con blandas no pasaron por la degradación que tuve yo al final. Perdí ocho segundos en las últimas tres vueltas. A ellos no les pasó y por eso no pude pelear, pero con las cubiertas duras estuve muy firme”, dijo Coalpinto. “Fue un finde positivo. Ahora hay que relajarse y pensar en la próxima. Estoy contento con el paso por Silverstone y haber manejado el F1 de Williams fue único”, cerró.
El que no la pasó bien en la carrera larga de F2 fue Joshua Duerksen. El paraguayo tenía buen ritmo en el auto del equipo AIX, pero todo se terminó por una mala maniobra de Aron, quien llegó como líder a Silverstone y cerró por primera vez un fin de semana sin puntos. El estonio le cerró la puerta al piloto de Asunción cuando tenía la posición casi ganada y terminó en trompo. El europeo fue sancionado con diez segundos, pero eso de nada le sirvió a Duerksen.