Con un registro de 12 victorias en los últimos 15 partidos, los Astros de Houston han recuperado su paso ganador bajo las órdenes del puertorriqueño Joe Espada.
Tras ser el equipo más vencedor en los últimos 7 años en las Grandes Ligas, los Astros y Espada tuvieron un inicio lleno de dificultades, con las que el estratega puertorriqueño ha tenido que lidiar para mantener el equipo a flote y regresarlo a ser un contendiente por la División Oeste de la Liga Americana, de cara a la postemporada.
En su duelo ante los Azulejos de Toronto, el dominicano Framber Valdez (7-5) lanzó 6 entradas de 3 carreras, una labor con la cual alivió lo que ha sido la carga más dura de manejar, el picheo, para Espada durante lo que va de temporada.
Incluso antes del inicio de la campaña, Espada no ha podido contar con lanzadores como el mexicano José Urquidy, el venezolano Luis García o el estadounidense Lance McCullers Jr, y ha perdido por lesión al dominicano Cristian Javier (fuera por el resto del año), a JP France, a su as Justin Verlander y en ocasiones, también a Valdez, afectando completamente el plan de su rotación abridora.
Este problema con su cuerpo de lanzadores llevó a los Astros a poner su marca en 25-29 en sus primeros 54 encuentros.
Para contrarrestar esta situación, Espada se apoyó en el dominicano Ronel Blanco (8-3, 2.53), relevista y quien entre sus actuaciones cuenta con un partido sin hits, así como también en el diestro Hunter Brown (6-5, 4.07) con 8 salidas de 6 o más entradas de 3 carreras o menos, quienes, junto a Valdez y Verlander, cuando ha estado activo, le han dado un respiro al equipo.
El problema de su cuerpo de lanzadores no ha sido la única batalla que ha librado Espada en su primera experiencia como dirigente de Grandes Ligas, y es que su ofensiva también experimentó dificultades para encontrar el nivel de producción acostumbrado.
Hombres como Alex Bregman y el cubano José Abreu estuvieron fallando al brindar protección en la parte media de la alineación, dificultando la continuidad del ataque, necesario para causar daño a sus rivales, a lo que se sumó la lesión que sacó de acción a Kyle Tucker, quien en su momento se mantenía como uno de los bates más productivos de la liga.
Ante esta problemática, Espada apostó por desistir de la apuesta por el cubano Abreu, a quien el equipo dejó en libertad, ascendiendo al dominicano Yainer Díaz, para brindarle protección al cubano Yorda Álvarez, e ingresó a Jon Singleton en los inicialistas delante del quisqueyano Jeremy Peña, lo que le otorgó un balance entre zurdo y derecho en orden ofensivo.
Espada llevó a Bregman al segundo puesto en el orden ofensivo, entre el venezolano José Altuve y el cubano Álvarez, y causó que su antesalista titular recibiera mejores picheos y respondiera con promedio de .310 en junio y con .297 en sus pasados 27 encuentros.
“Nunca perdí la fe en este grupo. Sé que estábamos abajo, pero no fuera. Y no me sorprende que estemos donde estamos. Seguiremos luchando para llegar a donde sé que llegará este equipo”, dijo Espada sobre cómo el equipo le ha respondido y eso ha llevado a los Astros (45-42) a estar a solo 2 juegos de los Marineros (48-41) en la disputa por el liderato del Este en la Liga Americana.