— José Luis Adriano 02/07/2024
Andrey Rublev, número 6º del mundo, volvió a ser protagonista por sus ataques de furias durante los partidos.
Una rutina de todos los días, siempre que las cosas no salen como él espera. Esta vez, en la mismísima Catedral de Wimbledon, el ruso perdió el servicio y en consecuencia la calma.
Luego de que el argentino Francisco Comesaña (87º) tomara ventaja de 4-1 en el tercer set (1-1 en parciales), el moscovita, que venía masticando bronca e insultando al aire en repetidas ocasiones, no soportó la ira y comenzó a golpearse una y otra vez su rodilla izquierda con la raqueta.
Una situación similar a lo hecho semanas atrás en la prestigiosa arcilla de Roland Garros, actitud que él mismo se reprochó con énfasis en la posterior conferencia de prensa pero que, en definitiva, parece no encontrarle solución.
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