Tres personas ingresaron al Río Bravo, pero la corriente los arrastró y solo una logró salir.
El pasado fin de semana, un día que debía ser de diversión y relajación en el Río Bravo, en Ciudad Acuña, se transformó en una tragedia que dejó a la comunidad consternada. Las autoridades fueron alertadas sobre tres personas que pedían ayuda mientras se ahogaban en el río, desatando así un operativo de emergencia inmediato.
Al llegar al lugar, los equipos de rescate lograron salvar a Jonathan Misael Gutiérrez Rodríguez, de 25 años, quien, aún en estado de shock y con visibles signos de agotamiento, informó a los rescatistas que dos personas más, un hombre y una mujer, habían sido arrastradas por la fuerte corriente mientras disfrutaban de una tarde familiar en el río.
Oportunidad. Jonathan explicó que el grupo se encontraba en una zona aparentemente segura, pero la corriente los sorprendió y arrastró a sus compañeros río abajo, sin darles oportunidad de reaccionar. El lunes por la mañana, después de una noche de búsqueda incesante, las autoridades encontraron los cuerpos sin vida a la altura de la colonia Benito Juárez, en el lado mexicano del río.
Los fallecidos fueron identificados como Marisa Aldana López, de 19 años, y José Miguel N., de 12 años.
La noticia de sus muertes sumió en tristeza a sus familiares y a la comunidad, que esperaban con ansias un desenlace distinto.
Investigación. Elementos de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de Justicia Zona Norte Dos tomaron conocimiento de los hechos y se hicieron cargo de las investigaciones correspondientes.
Los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para realizar las necropsias de ley, un paso crucial para determinar las causas exactas de las muertes y cumplir con los procedimientos legales antes de entregar los cuerpos a sus familiares.
La tragedia ha puesto de manifiesto una vez más los peligros que representa el Río Bravo, especialmente en temporadas de fuertes corrientes.
Las autoridades locales han reiterado la importancia de extremar precauciones al visitar cuerpos de agua y han hecho un llamado a la comunidad para que siempre se mantengan vigilantes y eviten ingresar a zonas peligrosas del río. Además, se ha iniciado una campaña de concienciación sobre los riesgos asociados a los cuerpos de agua, subrayando la necesidad de no subestimar la fuerza de las corrientes y de siempre nadar en áreas designadas y supervisadas por profesionales.
Esta tragedia, aunque devastadora, servirá como recordatorio de la importancia de la seguridad y la precaución en actividades recreativas en el agua.
La comunidad de Ciudad Acuña se une en apoyo a las familias afectadas, ofreciendo su solidaridad y esperando que tragedias como esta no vuelvan a repetirse.
Las autoridades continúan trabajando para mejorar las medidas de seguridad y garantizar que todos los ciudadanos puedan disfrutar de los espacios naturales sin poner en riesgo sus vidas y la de sus familias.