El ‘Drag King’ es una subcultura emergente que desafía normas y estereotipos de género en el país. Te contamos aquí todos los detalles.
En un hogar del barrio de Santo Domingo, en la alcaldía Coyoacán de la Ciudad de México, la transformación está a punto de comenzar. Con cada trazo de pincel, el rostro de Rafael, un joven artista y estudiante, se metamorfosea. No es una simple sesión de maquillaje; es la creación de su alter ego, Proyecto RK Ultra, un Drag King cuya presencia escénica desafía y redefine las nociones de género y estética, transformando la cultura urbana de la capital en un arte facial.
El Drag King en México ha emergido como una potente herramienta de expresión y reivindicación. A diferencia del Drag Queen, que explora y exagera la feminidad, el Drag King celebra y juega con la masculinidad. Este movimiento, aunque menos conocido, está ganando terreno y visibilidad, impulsado por una comunidad vibrante y diversa de artistas que utilizan el maquillaje para narrar historias, desafiar estereotipos y afirmar su identidad.“Yo empecé en el maquillaje justo después de entrar a la FES (Aragón, UNAM), como entramos en pandemia, ahí me tocó entrar en la generación de pandemia, pues tenía mucho tiempo libre y pues conocí La Más Draga, entonces me animé en un halloween a maquillarme, hacer un Drag de paper cut y pues así empezó a la gente le gustó y aprendí, fui empezando poco a poco aprender a maquillar hasta que por fin conseguí este pues lo que soy ahora”, apuntó.