El agua del Sena, que debe acoger las pruebas olímpicas de triatlón y aguas libres, no era apta para su baño en el último análisis realizado la semana del 16 al 23 de junio debido “a un contexto hidrológico desfavorable”, informó el Ayuntamiento parisino.
El Sena continuaba en esas fechas, como una semana antes, con elevados niveles de contaminación debido a unos caudales de agua demasiado elevados, unas temperaturas más bajas que lo normal y un aumento de las lluvias.
Antes de la publicación de los resultados, el presidente del Comité Organizador de los Juegos, Tony Estanguet, había adelantado en France Inter que habrá que esperar a “mediados de julio” para hacer una evaluación más precisa en condiciones meteorológicas acordes con la estación estival.
Es decir, con más sol, menos lluvias y, por lo tanto, con caudales más bajos.
París 2024 espera que el Sena sea el escenario de la prueba de natación del triatlón, programado 30 de julio para los hombres, el 31 para mujeres y el 5 de agosto para el relevo mixto. Además, también está previsto allí el maratón en aguas abiertas el 8 de agosto para mujeres y el 9 para hombres.
Las autoridades francesas han invertido 1,400 millones de euros desde 2016 en un ambicioso plan para permitir el baño en las aguas del Sena, que desde hace casi un siglo no está autorizado por razones sanitarias.
La calidad del agua del Sena aparece como uno de los principales asuntos de inquietud de la organización de los Juegos a menos de un mes de su inauguración, el 26 de julio.
Los organizadores han ido anulando los diferentes test previstos en el río -como los de agosto de 2023-, mientras que la alcaldesa de la ciudad, Anne Hidalgo, ha ido retrasando su promesa de bañarse en el Sena antes de los Juegos para mostrar su confianza en la limpieza de las aguas. La última fecha que ha dado es la de la semana del 16 de julio.