La sequía ha inhibido el ciclo de siembra, resultando en una producción baja y de mala calidad. Luego las afectaciones por lluvias torrenciales han complicado aún más la situación del sector agropecuario.
El año 2024 ha comenzado con desafíos significativos para el sector agropecuario en el país, exacerbados por condiciones climáticas extremas que han impactado la producción de alimentos.
Una prolongada sequía inicial afectó severamente los cultivos, reduciendo las cosechas y generando preocupaciones sobre el suministro de alimentos básicos.
Productos. Posteriormente, la situación empeoró con la llegada de torrenciales lluvias que, paradójicamente, han desencadenado lo que algunos expertos han denominado una "tormenta perfecta". Estos eventos climáticos han llevado a aumentos sustanciales del 15 al 20 por ciento en los precios de productos esenciales de la canasta básica. Héctor Rodríguez López, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) de Piedras Negras, explicó que la sequía prolongada devastó la agricultura local, obligando a muchos productores a reducir sus hectáreas de siembra debido a la escasez de lluvias. Sin embargo, el exceso de agua en algunas regiones ha provocado inundaciones que han arruinado cultivos de verduras y frutas en áreas de alta producción.
Mercado. Rodríguez López enfatizó que esta combinación de factores ha resultado en una baja calidad de los productos agrícolas y en una reducción significativa de su disponibilidad en los mercados locales. Esto ha llevado a aumentos notables en precios como el aguacate, que ahora se cotiza entre 90 y 100 pesos por kilogramo en diversos centros comerciales. Otros productos como la papa han subido a 60 pesos por kilogramo, mientras que el cilantro se vende alrededor de 20 pesos por ramo y la lechuga oscila entre 20 y 27 pesos por unidad.
La inflación, según reportes recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ha superado las expectativas, manteniéndose entre el 4.7 y el 4.8 por ciento, en comparación con un pronóstico inicial del 3 por ciento. Este aumento de precios está afectando directamente a la clase trabajadora y a los sectores con menores ingresos, quienes enfrentan dificultades adicionales para acceder a alimentos básicos.
Perspectiva. Arnoldo Guajardo, de Desarrollo Rural, corroboró que la sequía obligó a los productores a reducir las áreas de siembra para evitar mayores pérdidas, aunque la llegada de lluvias recientes ha revitalizado las perspectivas para cultivos como el sorgo y la avena forrajera en el ciclo otoño-invierno. En Piedras Negras, donde predomina la siembra de forraje para ganado vacuno y caprino, las comunidades rurales dependen tanto de las frutas y verduras para consumo familiar como del maíz y el frijol para su sustento.
Sequía. Antes del impacto de la tormenta tropical "Alberto", las regiones del norte del país no habían experimentado una sequía significativa en toda la región.
Según el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al 15 de mayo de este año, las áreas secas abarcaban el 47.1 por ciento del territorio nacional, aumentando al 54.8 por ciento antes de las lluvias intensas. En Coahuila, las zonas con sequía han disminuido, pero persisten condiciones severas en el norte debido a la escasez de lluvias.
Este panorama subraya los desafíos actuales que enfrenta el país en términos de seguridad alimentaria y estabilidad económica, con repercusiones directas en el bienestar de la población más vulnerable. A medida que los agricultores y comerciantes se adaptan a estos desafíos climáticos.