La crisis hídrica era devastadora y la precipitación de este fenómeno meteorológico la mitigó.
La reciente tormenta tropical Albert ha sido una bendición para los mantos acuíferos de la Región Centro de Coahuila, así como para los Estados vecinos de Nuevo León y Tamaulipas, que estaban enfrentando una sequía severa, además de beneficiar la agricultura y la ganadería.
El Sistema Intermunicipal de Aguas y Saneamientos (SIMAS) había anunciado previamente que los niveles en los pozos de agua estaban alarmantemente bajos, lo que implicaba una reserva de solo 50 años.
Además, la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento (CEAS) había declarado que varias ciudades de Coahuila ya estaban en punto cero, un estado crítico donde el consumo de la población supera la capacidad de los mantos freáticos.
Sin embargo, las intensas lluvias registradas en los últimos dos días, provocadas por la tormenta tropical Albert, han traído un respiro de esperanza.
El río Monclova y el arroyo Frontera, cargados de agua, han contribuido a la recarga de los mantos acuíferos, además de incrementar el nivel de la presa Don Martín, también conocida como Venustiano Carranza. Este fenómeno también se ha observado en la Región Carbonífera y el norte del Estado.
Las precipitaciones, aparte de aliviar los cuerpos de agua subterráneos, también mejoraron el abastecimiento de agua para la población y la agricultura en estas zonas afectadas por la sequía.
Los expertos señalan que, aunque la tormenta no resolverá completamente la crisis hídrica, sí proporciona un respiro temporal y una oportunidad para implementar medidas de gestión y conservación del agua más efectivas.
Las autoridades locales y los ciudadanos han recibido con alivio este fenómeno natural, esperando que sea el inicio de un cambio positivo en la situación acuífera de la región.
A pesar de este respiro, las autoridades siguen con las amplias recomendaciones a la ciudadanía para hacer un uso responsable del agua.