La condena a ocho meses de prisión y dos años sin pisar los estadios dictada hace una semana contra tres aficionados por insultos racistas contra Vinicius Jr en Mestalla (Valencia) marca un punto de inflexión en la respuesta judicial a estos comportamientos denigrantes que llegan desde hace años a los juzgados españoles.
Desde que la Fiscalía de Barcelona presentase en 2020, tras una denuncia de LaLiga, una querella pionera por los gritos racistas que recibió el futbolista del Athletic Club Iñaki Williams en el campo, jueces de Madrid, Valladolid, Mallorca o Sevilla, entre otros, investigan si los ataques a jugadores por su color de piel tienen castigo penal.
El racismo en el fútbol protagoniza casi una decena de causas por delitos de odio o contra la dignidad y la integridad moral, aunque otras han ido archivándose, generalmente por lo imposible de identificar al autor o porque los hechos no rebasan la frontera del delito.
La Fiscalía, que también tiene investigaciones abiertas antes de llegar al juzgado, y LaLiga, que desde 2020 lleva estos casos ante la Justicia con el compromiso de erradicar el racismo de los terrenos de juego, establecieron hace meses en una reunión criterios de cooperación para luchar contra estos episodios.
Este es un mapa judicial con algunas causas, que avanzan al margen de las sanciones disciplinarias, reguladas en el Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) e impuestas por el Comité de Competición
De la querella pionera a la sentencia que marca camino
Hace tres años y medio, un juzgado de Cornellà de Llobregat (Barcelona) comenzó a investigar, por iniciativa de LaLiga y tras una querella pionera de la Fiscalía contra los delitos de odio de Barcelona, los ataques y “gestos de menosprecio de carácter racista” contra Iñaki Williams en el Espanyol-Athletic del 25 de enero de 2020.
Unos hechos que están a la espera de juicio y que motivaron peticiones de dos años de cárcel para el acusado.
Más ágil fue la causa de un juzgado de Valencia por los gritos racistas contra Vinicius Jr en el Valencia-Real Madrid del 21 de mayo de 2023, que poco más de un año después ya tiene sentencia: ocho meses de cárcel (sin ingreso) y prohibido entrar en estadios durante dos años por un delito contra la integridad moral con agravante de odio.
La sentencia, basada en un acuerdo de conformidad que incluía la petición expresa de perdón al jugador, “marca un camino muy importante” para otras causas y supone un “aviso” de que “estas cosas no salen gratis; hay un precedente”, indica a EFE la fiscal contra los delitos de odio en Valencia, Susana Gisbert.
Un aviso para “eventuales autores”, pero también para posibles víctimas, para “que sepan que no tienen que aguantarlo”, que no son “lances del fútbol” y “no lo deben soportar”, añade.
Fuentes de LaLiga, que no tiene competencias sancionadoras, ven la sentencia “histórica” y subrayan su “efecto ejemplarizante” para que “una persona se lo piense dos veces antes de proferir un insulto racista en un estadio de fútbol
La pancarta a Vinícius y más insultos desde la grada
Otros casos se encuentran pendientes de juicio, como el de cuatro ultras acusados de colgar un muñeco con la camiseta de Vinicius Jr en un puente cercano a la ciudad deportiva del Real Madrid, para quienes la Fiscalía pide 4 años de prisión y LaLiga 2 y medio. Actualmente, tienen prohibido cautelarmente acercarse a los estadios de LaLiga durante sus partidos.