Ya está verificada tal acción, ya que como se sabe algunas escuelas son las que sí tienen cierta asignación, pero por no tener aires.
En Piedras Negras, una considerable cantidad de escuelas primarias están incumpliendo el protocolo para la reducción de horario de clases, a pesar de contar con las condiciones necesarias para mitigar el calor.
Elda Lorena Estrada Villarreal, titular de la oficina de Servicios Regionales Educativos en esta frontera, ha confirmado que está al tanto de que algunos planteles, aún disponiendo de minisplits en las aulas, buenas instalaciones eléctricas, agua potable y sanitarios en buen estado, han decidido reducir el horario de clases, permitiendo la salida de los estudiantes a las 11:00 de la mañana.
Ejemplo. Uno de los ejemplos más destacados es la primaria Ignacio Manuel Altamirano, que lleva días permitiendo que los alumnos salgan a las 11 de la mañana, a pesar de contar con todas las condiciones necesarias para mantener una jornada regular de clases. Esta situación ha generado preocupación entre las autoridades educativas y padres de familia, quienes consideran que la medida no está justificada.
Hace unas semanas, se recibió un escrito de la subdirección del nivel primarias que instruía a los directivos de los planteles educativos a reducir horarios solo en los días en que la temperatura ambiente alcanzara los 35 grados a las 7:00 de la mañana, o en aquellos casos donde no se contara con equipos de aire acondicionado o existiera una mala instalación eléctrica. Sin embargo, esta directriz no está siendo respetada, según Estrada Villarreal. “Desconozco cuántas escuelas han optado por reducir el horario de clases, pero algunas no tienen justificación para hacerlo”, concluyó la jefa educativa. La reducción del horario escolar sin una justificación adecuada puede tener varias repercusiones en la calidad de la educación que reciben los alumnos. Por un lado, acorta significativamente el tiempo de instrucción, lo que puede afectar el aprendizaje y el desempeño académico. Por otro lado, genera problemas logísticos para los padres de familia que deben ajustar sus horarios laborales y personales para recoger a sus hijos más temprano de lo habitual.
Es fundamental que las autoridades educativas y los directivos de los planteles trabajen en conjunto para asegurar que las decisiones sobre la reducción de horarios se tomen de manera responsable y con base en criterios claros y justificados. La salud y el bienestar de los estudiantes deben ser la prioridad, pero también es crucial mantener la continuidad y calidad de la educación.
En este sentido, se hace un llamado a las autoridades correspondientes para que realicen inspecciones y verifiquen que las escuelas estén cumpliendo con los protocolos establecidos. Además, se sugiere implementar medidas adicionales para asegurar que todas las instituciones educativas cuenten con las condiciones necesarias para enfrentar las altas temperaturas sin necesidad de reducir el horario de clases. De todas formas, resulta por ser imperativo que se garantice una educación de calidad y equitativa para todos los estudiantes, sin importar las condiciones climáticas. Las escuelas deben ser espacios seguros y adecuados para el aprendizaje, y es responsabilidad de todos los involucrados trabajar para que esto sea una realidad; aun y cuando se sabe que el ciclo escolar está próximo a concluir.