La adicción a internet se asocia con una señalización alterada en las regiones del cerebro de los adolescentes que están involucradas en múltiples redes neuronales. Estas redes desempeñan un papel importante en el control de nuestra atención, en asociación con la capacidad intelectual, la memoria de trabajo, la coordinación física y el procesamiento emocional, todo lo cual tiene a su vez un impacto en la salud mental. Son las conclusiones a las que han llegado Max Chang e Irene Lee, del University College London, en una revisión de estudios de neuroimagen que se publica en 'PLOS Mental Health'.
La revisión de la literatura se centró en doce estudios de neuroimagen de adolescentes con adicción a internet en países de Asia (Corea, China e Indonesia). Estos trabajos examinaron los cambios en la conectividad entre las redes cerebrales, que trabajan en conjunto para regular comportamientos y desarrollo importantes en los adolescentes.
En todos los estudios revisados, cuando los adolescentes con adicción a internet realizaban actividades gobernadas por la red de control ejecutivo del cerebro (por ejemplo, conductas que requieren atención, planificación, toma de decisiones y especialmente impulsividad), esas regiones del cerebro mostraron una alteración significativa en su capacidad para trabajar juntos en comparación con los de personas de la misma edad sin esta adicción.
Con frecuencia se vio que la conectividad funcional se interrumpía durante tareas que requerían autointrospección y atención. Estos cambios de señalización podrían significar que estos comportamientos se vuelven más difíciles de realizar, lo que podría afectar potencialmente el desarrollo y el bienestar. Sin embargo, como afirman los autores, «las respuestas presentes simplemente pintan un cuadro inacabado que no necesariamente describe el uso de internet como abrumadoramente positivo o negativo».
Los autores reconocen que se necesitan más estudios que incluyan a más personas de una población más amplia para confirmar cómo la adicción a internet cambia la forma en que el cerebro controla las conductas.
«Comprender cómo y dónde la adicción a internet afecta la conectividad funcional en el cerebro de los adolescentes, así como replicar estudios de resonancia magnética funcional con múltiples poblaciones, puede guiar futuras intervenciones terapéuticas y de salud pública globales», añaden los autores.