Le piden al país que explique el origen de trazas de uranio sin declarar y las limitaciones impuestas a los inspectores de la agencia de la ONU.
Irán advirtió este martes que responderá a una resolución contra su programa nuclear por parte de la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y amenazó con reducir aún más sus compromisos en este aspecto.
“Teherán responderá definitivamente a la aprobación de una resolución antiiraní contra su programa nuclear”, dijo el jefe de la Agencia de la Energía Atómica de Irán (AEAI), Mohamed Eslami, a periodistas.
De acuerdo con medios internacionales, Alemania, Francia y Reino Unido han presentado un borrador de una resolución ante la Junta de Gobernadores del OIEA que se votará esta semana exigiendo a Irán que explique el origen de trazas de uranio sin declarar y las limitaciones impuestas a los inspectores de la agencia de la ONU.
Eslami aseguró que Irán se encuentra en “una fase de reducción de sus compromisos” adquiridos en el acuerdo nuclear de 2015 porque las otras partes no cumplen con sus obligaciones.
“Las otras partes no han cumplido con sus compromisos adquiridos con el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, según sus siglas en inglés) e Irán, por su parte, ha reducido sus compromisos”, aseguró Eslami, quien también ostenta el cargo de vicepresidente del país.
“De acuerdo con el artículo 36 del JCPOA, Irán tiene el derecho legal a reducir sus obligaciones si las partes se retiran del acuerdo, no regresan al acuerdo y no cumplen con sus obligaciones”, aseveró.
“Actualmente, Irán se encuentra en una fase de reducción de compromisos”, continuó el político.
Irán desobedece acuerdo y crece la amenaza de bomba atómica
El acuerdo nuclear de 2015 firmado entre Irán y Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia, China y Estados Unidos de manera indirecta limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones.
Estados Unidos abandonó el pacto unilateralmente en 2018 y un año después Irán comenzó a incumplir sus compromisos, que establecían un límite de 300 kilos de uranio enriquecido con una pureza máxima del 3,67 %, además de un fuerte régimen de inspecciones por parte del OIEA.
Desde 2021, Teherán ha reducido las inspecciones, ha desconectado cámaras de seguridad y ha vetado a varios inspectores de la ONU. Todo ello mientras ha aumentado la producción del uranio altamente enriquecido con una pureza de hasta el 60 %, que es cercano a poder ser usado para la fabricación de una bomba atómica.
Según el último informe del OIEA, Irán ha acelerado la producción de uranio enriquecido, con una pureza del 60 %, hasta los 142,1 kilos, nivel de material fisible cercano a poder ser usado para la fabricación de una bomba atómica.
Algunos altos funcionarios iraníes aseguraron en los últimos meses que la República Islámica dispone ya de suficiente material y conocimientos para fabricar una bomba nuclear.
Otros representantes advirtieron de que en caso de enfrentarse a una amenaza existencial por parte de Israel, Irán podría cambiar su doctrina nuclear, que por ahora excluye la producción de armas atómicas.