Es muy complicado que una persona logre mejoras considerables en poco tiempo, debe existir un seguimiento intensivo a través de terapias psicológicas, mínimo por 5 años, señal el subdirector del Cesame
Saltillo, Coahuila, MÁS. – Según el Centro de Salud Mental (Cesame) en Saltillo, es muy baja la probabilidad de que los agresores sexuales de niños se rehabiliten en dos años, mientras cumplen con una corta sentencia, por lo que existe una alta probabilidad de reincidencia.
Cabe recordar que, según el Poder Judicial del Estado, el 96 % de los casos de abuso sexual y violación concluyen mediante un procedimiento abreviado, por lo que los agresores sólo cumplen con sentencias mínimas de 2 años en prisión.
Adrián Nava, psiquiatra y subdirector del Cesame, explicó que es muy complicado que una persona que haya agredido sexualmente a un menor logre mostrar mejoras considerables en tan poco tiempo, pues debe existir un seguimiento intensivo a través de terapias psicológicas que podrían durar 5 años o incluso ser de por vida, además de que la persona debe tener la intención de cambiar para bien.“Muchas veces estas terapias son a lo largo de varios años y muchos pacientes tienen recaídas, abandonan el tratamiento y luego regresan, pero sobre todo para que se logre una mejoría, en estos pacientes debe haber una motivación sincera y personal para recibir ayuda y poder cambiar. Si el paciente no quiere cambiar y no lo ve como un problema es muy difícil”, dijo
“Con intención y dependiendo del caso puede ser alrededor de 5 años y ese lapso puede variar: hay personas que durante toda su vida van a estar en un proceso de terapia”, agregó.
El tiempo de terapia de cada persona dependerá del problema de salud mental que se detecte y de las motivaciones que lo llevaron a incurrir en el delito, entre los cuales figuran los trastornos de personalidad adaptativa o patológica, conductas de riesgo, consumo de sustancias u otras afectaciones.
Además de la terapia para tratar las conductas delictivas en los abusadores, el médico psiquiatra señaló que de haber detonantes o situaciones que hayan influido en los hechos, estos deberán ser atendidos también.
Por ejemplo, si sucede en un contexto de consumo de sustancias, el agresor deberá tomar rehabilitación o si cuenta con algún padecimiento, como la demencia, también se debe identificar y brindar el tratamiento adecuado.
En tanto, en los casos en el que el agresor estaba consciente de que estaba cometiendo un delito y aun así antepuso sus necesidades y placeres, Nava señaló que podría tratarse de una persona con un trastorno de la personalidad el cual podría ser antisocial o sociopático, y que necesita de terapias psicológicas intensivas para lograr una mejoría.
UNA VÍCTIMA QUEDA MARCADA DE POR VIDA
En tanto, otro médico psiquiatra del Centro de Salud Mental de Saltillo señaló que las víctimas presentan un trastorno de estrés postraumático que puede marcarlos de por vida, del que se deriva el temor a que su agresor vuelva a dañarlos.
“Sienten que la persona puede llegar, que está afuera de la puerta, que puede volver a hacerles daño”, explicó.
Explicó que este trastorno puede limitar la capacidad de los niños de tener una vida cotidiana normal, pues este los marca de por vida y afecta todas sus relaciones interpersonales presentes y futuras.
En ese sentido, Adrián Nava hizo un llamado a los padres de familia a tener una estrecha comunicación con sus hijos a fin de prevenir o detectar un abuso sexual y siempre creerle cuando manifiesten ser víctimas de un delito como este.
Entre los indicadores que pueden sugerir la posibilidad de que los niños puedan estar siendo víctimas de un abuso, mencionó los cambios en sus emociones, aislamiento social, depresión, problemas para dormir, manifestación de temores y específicamente temor hacia una persona en particular.
“Hay que concientizarlos en que nadie debe de tocarlos y que haya mucha comunicación, es la forma en la que mejor se puede detectar y prevenir. Algunos niños pueden hacer dibujos que pueden contener cosas que no son normales para lo que expresan cambios en el rendimiento escolar”, dijo
Ante estas señales, recomendó acudir inmediatamente a un centro de salud mental para que se reciba atención psicológica que permita hacer una valoración del menor.