Dora Raudales, residente de la metrópoli regia, conquistó la cima del Monte Everest, y relata el esfuerzo sobrehumano que hizo para lograr esta hazaña.
Con un esfuerzo sobrehumano, Dora Raudales alcanzó la cumbre más alta de todo el mundo, siendo originaria de Honduras y adoptada por la Sultana del Norte, se convirtió en la octava mujer mexicana y la primera hondureña en escalar el Monte Everest.
Raudales se identificó como una persona muy activa desde que era niña, apasionada por la aventura y sin miedo a escalar árboles o jugar de forma ruda, conforme fue creciendo adoptó el hábito del ejercicio y en su momento incursionó en el CrossFit; desgraciadamente la pandemia no le permitió continuar ejercitándose hasta que se le ocurrió subir el Pico Horcones en La Huasteca, ese momento la cautivó y se enamoró de la naturaleza, por lo que desarrolló un nuevo hobby.
“Y cuando logré ir a las montañas más prominentes de aquí de Monterrey, me pregunté que qué montaña sigue aquí en México y me di cuenta de que estaba el Pico de Orizaba”, indicó en entrevista.
Hace dos años incursionó junto a un grupo de amigos senderistas en el Pico de Orizaba, en Puebla, donde realizó un ascenso de cinco mil 636 metros de altura, cosa que representó un reto mental y físico, pero que alimentó el deseo de Raudales de buscar una cima más alta.
“Yo bajé de ahí (el Pico de Orizaba) y le dije a mi esposo ‘quiero subir’”, apuntó.