La firma multinacional, que tiene productos diversos para el cuidado personal, de la salud y en otras ramas, Johnson & Johnson, ha sido demandada de nuevo, esta vez por fraude, acusándola de utilizar maniobras dilatorias y estrategias de quiebra fraudulentas para evitar responder a las más de 50.000 demandas que pesan sobre ella.
Esto a raíz de una serie de demandas que pesan sobre la firma de capital estadounidense, por las presuntas consecuencias cancerígenas de sus productos de talco.
Esta vez, cinco víctimas de cáncer han demandado a la compañía. La demanda, presentada ante un tribunal federal de Nueva Jersey, sostiene que la estrategia de quiebra implementada por Johnson & Johnson busca poner miles de millones de dólares fuera del alcance de las demandantes, con el objetivo de “obstaculizar, retrasar y defraudar a estas mujeres, impidiéndoles tener su día en la corte”.
La estrategia de la quiebra
La acusación central de la demanda radica en el uso repetitivo y estratégico de la quiebra por parte de Johnson & Johnson. En 2021, la compañía creó una filial llamada LLT Management para agrupar las responsabilidades relacionadas con las demandas por talco. Posteriormente, LLT Management se declaró en bancarrota bajo el Capítulo 11, un proceso legal que permite a las empresas reestructurar sus deudas y evitar la liquidación.
Sin embargo, esta maniobra no ha tenido el éxito esperado para Johnson & Johnson. En dos ocasiones anteriores, los tribunales han rechazado los intentos de la compañía de resolver las demandas a través de la quiebra de LLT Management, al considerar que la filial no cumplía con los requisitos financieros para acogerse a este proceso.
A pesar de los reveses judiciales, Johnson & Johnson parece estar dispuesta a seguir adelante con su estrategia de quiebra. La compañía ha propuesto un plan para pagar 6.500 millones de dólares durante los próximos 25 años a fin de resolver la mayoría de las demandas por talco en Estados Unidos.
Sin embargo, las demandantes denuncian que este plan es una “farsa” y que la verdadera intención de Johnson & Johnson es silenciarlas y evitar que se conozca la verdad sobre los presuntos riesgos cancerígenos de sus productos.