Taipéi acusa "una flagrante provocación al orden internacional, que ha suscitado una seria preocupación y condena".
El ejército chino terminó las maniobras lanzadas el jueves alrededor de Taiwán para poner a prueba su capacidad de tomar el poder en esta isla de gobierno autónomo reivindicada por Beijing.
Las fuerzas armadas "completaron con éxito" los ejercicios de dos días alrededor de Taiwán, dijo el viernes por la noche un presentador de la cadena CCTV-7, el canal estatal dedicado a la actualidad militar.
En los dos días de maniobras militares, 111 aviones y decenas de buques rodearon esta isla de gobierno democrático, según el ministerio de Defensa taiwanés.
El viernes por la noche, el ejército chino publicó un video en el que se veían camiones lanzamisiles listos para disparar, oficiales a bordo de buques de guerra mirando con prismáticos a los barcos taiwaneses y soldados en uniforme proclamando su lealtad al Partido Comunista.
Estos ejercicios, que pretendían simular un bloqueo de la isla, contaron con la participación de las fuerzas terrestres, la marina, la fuerza aérea y la unidad de cohetes, responsable de los misiles estratégicos.
Tuvieron lugar principalmente en el estrecho de Taiwán, al norte, sur y este del territorio.
Denuncian las maniobras de Beijing
En Taiwán, la portavoz de la oficina presidencial, Karen Kuo, denunció el sábado las maniobras.
"La reciente provocación unilateral de China no sólo socava el statu quo de paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán, sino que es también una flagrante provocación al orden internacional, que ha suscitado una seria preocupación y condena por parte de la comunidad internacional", afirmó en un comunicado.
Beijing considera Taiwán como una de sus provincias, que aún no ha conseguido reunificar con su territorio desde el final de la guerra civil china y la llegada de los comunistas al poder en el continente en 1949.
Los ejercicios comenzaron el jueves, tres días después de que el nuevo presidente taiwanés, Lai Ching-te, asumiera el cargo con un discurso denunciado por China como una "confesión de independencia".
El portavoz del ministerio de Defensa de China, Wu Qian, acusó el viernes a Lai de estar "empujando a nuestros compatriotas de Taiwán a una peligrosa situación de guerra".
"Cada vez que (el movimiento que apoya) 'la independencia de Taiwán' nos provoque, iremos un paso más allá con nuestras contramedidas, hasta lograr la reunificación completa de la patria", advirtió el portavoz.
El dispositivo forma parte de una campaña de escalada de la presión militar de China sobre esta isla de gobierno autónomo y democrático, con incursiones casi cotidianas de barcos y aviones en su entorno y varios ejercicios a gran escala desde 2022.