Se precisó que 22 de los heridos que aún están ingresados sufren lesiones en la médula espinal y 6 padecen fuertes contusiones en la cabeza.
Un total 40 pasajeros del accidentado vuelo de Singapore Airlines que se vio afectado por fuertes turbulencias siguen ingresados en un hospital de Bangkok, 20 de ellos en cuidados intensivos, aunque su vida no corre peligro, informaron fuentes sanitarias.
El director del hospital Samitivej, Adinun Kittiratanapaibool, donde se encuentran los heridos, precisó durante una rueda de prensa que 40 personas siguen siendo tratadas por las lesiones provocadas por las "fuertes turbulencias" que azotaron el martes al avión de la compañía singapurense en pleno vuelo entre Londres y Singapur.
Adinun precisó que 22 de los heridos que aún están ingresados sufren lesiones en la médula espinal y 6 padecen fuertes contusiones en la cabeza, mientras que el resto tienen algún hueso o músculo roto o afectado, recoge el canal público Thai PBS.
En relación a los 20 que siguen en cuidados intensivos, explicó que su vidas no corren peligro.
Turbulencias en vuelo de Londres a Singapur genera más de 100 heridos
El avión, un Boeing 777-300 ER, sufrió las turbulencias cuando sobrevolaba Birmania (Myanmar), unas 10 horas después de iniciar su trayecto y 2 horas y media antes de llegar a su destino, y pidió aterrizar de emergencia en Bangkok.
A raíz del incidente, un británico de 73 años falleció víctima de un ataque cardíaco y 104 personas tuvieron que ser atendidas en Tailandia por heridas de distinta gravedad, de los cuales más de la mitad ya han recibido el alta, según el recuento del hospital.
Conforme a los detalles proporcionados por el director tailandés, el español herido ya ha salido del centro sanitario.
El avión transportaba a 211 pasajeros y 18 tripulantes, la mayoría australianos, británicos y singapurenses -y dos españoles- de los cuales 131 pasajeros y 12 tripulantes viajaron el miércoles a Singapur en un vuelo fletado por Singapore Airlines.
Técnicos de las oficinas de seguridad del Transporte de Singapur, Tailandia y Estados Unidos, así como enviados por Boeing -fabricante del aparato-, participan en la investigación abierta por el suceso.