Decenas de feligreses asistieron a la misa dominical de la Parroquia Santiago Apóstol de Monclova, con la finalidad de escuchar las palabras de padre Juan Francisco González, quien resaltó la celebración de la fiesta de pentecostés, es decir, la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y los seguidores de Jesús.
Aclaró que el Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad, es quien llena la vida de las personas en el bautismo y después, de manera perfecta, en la confirmación, por eso la importancia de recibir los sacramentos de la iniciación cristiana “con el amor de Dios dentro de nosotros, somos capaces de amarlo a él y por consecuencia, amarnos a nosotros mismos, así como los unos a los otros” destacó el padre.
Significado. Reiteró que el Espíritu Santo es la fuerza de Dios en la vida del hombre, generando una capacidad en los seres humanos de mirarse entre sí como hijos de un mismo padre y hermanos de Jesucristo y por lo tanto el espíritu llena a las personas de donde y carismas para ponerlo como riqueza al servicio de la Iglesia.
“Gracias al Espíritu nos da la capacidad de poner todo lo que somos, no solamente delante de Dios, si no, de su iglesia y de la sociedad para que nosotros la vayamos enriqueciendo, es el que nos mueve a hacer el bien y nos ayuda a evitar el mal” afirmó.
Unidad. El sacerdote aclaró que, en la actualidad el Espíritu Santo debería ser más invocado por las personas para guiarlos por el camino del bien, evitando la presencia del mal, que en ocasiones se puede aparecer como una tentación y, por lo tanto, las personas pueden caer, pues el espíritu en Pentecostés, fue factor de unidad y precisamente alguien que llenó de valentía a los apóstoles reunidos en el cenáculo y quien llevó la tranquilidad, la paz, la mansedumbre y la paciencia a aquellos hombres que estaban temerosos.