La incidencia de la delincuencia se ha extendido por varios sectores de la ciudad, afectando a comunidades rurales, instituciones educativas y religiosas.
La ciudad de Torreón, en Coahuila, se enfrenta a un creciente problema de robos que ha generado preocupación y malestar entre sus habitantes. Se producen robos de ganado en áreas rurales, así como hurtos en instituciones educativas y religiosas, y estos delitos ocurren en distintas zonas de la localidad.
El robo de ganado ha sido uno de los problemas más frecuentes en la Comarca Lagunera, según lo denunciado por el presidente de la Unión Ganadera Regional de La Laguna. Los delincuentes han perpetrado robos de maquinaria agrícola, ordeñadoras, motores e implementos de trabajo, causando graves repercusiones para los productores pecuarios de la región.
En una reunión entre el Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada y el comandante del Mando Especial de La Laguna, se expresó preocupación por los robos de bovinos, especialmente en municipios como Gómez Palacio, Matamoros, San Pedro y Francisco I. Madero, en los límites con el Estado de Durango.
La escalada de actos delictivos ha llegado incluso a las instituciones educativas. En el Jardín de Niños "Independencia" de Torreón, los padres de familia denunciaron el robo del motor de un minisplit en un salón de tercer grado. A pesar de las medidas de seguridad tomadas por los padres, los delincuentes volvieron y desmantelaron el equipo, que había sido adquirido con recursos del programa federal "La Escuela es Nuestra".
El secretario de Educación de Coahuila, Emanuel Garza Fishburn, expresó su preocupación por el aumento de los robos en las escuelas tras la pandemia de COVID-19, instando a la sociedad a proteger estos espacios vitales para el desarrollo y bienestar de los niños.
Incluso las instituciones religiosas no han escapado de la ola de robos. La capilla de San Ignacio de Loyola, en la colonia Aviación, fue víctima una vez más de los delincuentes, quienes lograron ingresar y llevarse las alcancías, a pesar de las medidas de seguridad implementadas.
El párroco del templo, Samuel Lozano, informó que esta no es la primera vez que la capilla sufre este tipo de incidentes, sino que es la tercera vez, y agradeció la intervención de las autoridades, quienes lograron capturar a dos presuntos responsables del último robo.
Ante esta situación, la comunidad de Torreón clama por medidas de seguridad más eficientes para proteger sus bienes y garantizar la tranquilidad de todos los habitantes en los distintos sectores de la ciudad.