El parto por cesárea reduce los efectos de la vacuna del sarampión en los bebés

Una única dosis de la vacuna contra el sarampión tiene hasta 2,6 veces más probabilidades de ser ineficaz en niños nacidos por cesárea, en comparación con los nacidos de forma natural.

El fracaso de la vacuna significa que el sistema inmunológico del niño no produce anticuerpos para luchar contra la infección del sarampión, por lo que sigue siendo susceptible a la enfermedad.

 

El sarampión es una enfermedad altamente infecciosa e incluso tasas bajas de fracaso de la vacuna pueden aumentar significativamente el riesgo de un brote.

Una posible razón de este efecto está relacionada con el desarrollo del microbioma intestinal del bebé, la vasta colección de microbios que viven naturalmente dentro del intestino. Otros estudios han demostrado que el parto vaginal transfiere una mayor variedad de microbios de la madre al bebé, lo que puede estimular el sistema inmunológico.

«Hemos descubierto que la forma en que nacemos ya sea por cesárea o por parto natural, tiene consecuencias a largo plazo en nuestra inmunidad a las enfermedades a medida que crecemos», explica el profesor Henrik Salje de la Universidad de Cambridge y autor principal conjunto del informe.

«Sabemos que muchos niños no terminan recibiendo su segunda vacuna contra el sarampión, lo cual es peligroso para ellos como individuos y para la población en general», advierte.

En su opinión, son los bebés nacidos por cesárea «a los que realmente queremos hacer un seguimiento para asegurarnos de que reciban su segunda vacuna contra el sarampión, porque es mucho más probable que la primera vacuna falle».

Al menos el 95% de la población necesita estar completamente vacunada para mantener el sarampión bajo control, pero algunos países como Reino Unido está muy por debajo de esta cifra, a pesar de que la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) está disponible a través del Programa de inmunización infantil rutinaria.

Los porcentajes de vacunación en España son altos, aunque con variaciones significativas entre comunidades autónomas. En 2022, la cobertura de inmunización con una primera dosis de la vacuna contra el sarampión fue del 97,24%, que bajaba hasta un 93,92% para la pauta completa, es decir, con la segunda dosis, según los datos del Ministerio de Sanidad. Sin embargo, algunas comunidades no alcanzaron ni el 90 por ciento en ese segundo pinchazo, como País Vasco (88,05%), La Rioja (88,10%) o Melilla (88,69%). Para el sarampión se requieren coberturas muy altas, superiores al 95 por ciento.

Los porcentajes de vacunación en España son altos, aunque con variaciones significativas entre comunidades autónomas

Además, cada vez hay número mayor de mujeres en todo el mundo que eligen dar a luz por cesárea: De los 500.000 partos que se producen cada año en España, unos 125.000 acaban en cesárea, es decir, uno de cada cuatro niños. Pero en otros países, como Brasil y Turquía, más de la mitad de todos los niños nacen de esta manera.

«Con un parto por cesárea, los niños no están expuestos al microbioma de la madre de la misma manera que con un parto vaginal. Creemos que esto significa que les lleva más tiempo recuperarse en el desarrollo de su microbioma intestinal y, con ello, la capacidad del sistema inmunológico para prepararse con vacunas contra enfermedades como el sarampión», asegura Salje.

Para obtener sus resultados, los investigadores utilizaron datos de estudios anteriores de más de 1.500 niños en Hunan, China, que incluyeron muestras de sangre tomadas cada pocas semanas desde el nacimiento hasta los 12 años. Esto les permitió ver cómo los niveles de anticuerpos contra el sarampión en la sangre cambios durante los primeros años de vida, incluso después de la vacunación.

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