El dengue hemorrágico, una complicación grave del dengue clásico, puede ser una amenaza para la vida de quien lo presenta, especialmente en regiones tropicales y subtropicales.
A diferencia del dengue común, esta forma más severa se caracteriza por una reacción inflamatoria exagerada en el organismo, alteraciones en la coagulación sanguínea y sangrados que pueden poner en riesgo la vida del paciente.
Si bien los síntomas iniciales del dengue hemorrágico son similares a los del dengue clásico (fiebre alta, dolor muscular y articular, náuseas y vómitos), es crucial prestar atención a las señales que indican la progresión hacia la forma grave:
- Manchas rojas en la piel: La aparición de erupciones cutáneas o petequias, pequeñas manchas rojas causadas por sangrado debajo de la piel, es un signo distintivo del dengue hemorrágico.
- Sangrado: El sangrado de encías, nariz, boca, oídos o intestinos es un indicio claro de la gravedad de la enfermedad.
- Vómitos persistentes: Vómitos intensos, incluso con presencia de sangre, son un síntoma preocupante que requiere atención médica inmediata.
- Dolor abdominal intenso: Un dolor abdominal severo y constante puede ser una señal de sangrado interno.
- Deshidratación: Piel fría y húmeda, boca seca y sed intensa, orina escasa o con sangre, son signos evidentes de deshidratación, una complicación común del dengue hemorrágico.
- Alteraciones neurológicas: Confusión mental, somnolencia e incluso convulsiones pueden presentarse en casos graves.
- Problemas respiratorios: Dificultad para respirar o respiración rápida son síntomas que requieren atención médica urgente.
- Cambios en el ritmo cardíaco: Alteraciones en la frecuencia cardíaca, como taquicardia o bradicardia, pueden indicar complicaciones graves.
Complicaciones del Dengue Hemorrágico
El dengue hemorrágico no solo intensifica los síntomas del dengue clásico, sino que también puede conducir a una serie de complicaciones potencialmente mortales:
1. Choque dengue
El dengue hemorrágico puede progresar al síndrome de choque por dengue, una condición caracterizada por una caída drástica de la presión arterial, que puede ser fatal si no se trata de inmediato. Los síntomas incluyen presión arterial extremadamente baja, piel fría y húmeda, y un pulso débil y rápido.
2. Deshidratación grave
La deshidratación es una complicación común debido a la fiebre alta y los vómitos persistentes. La deshidratación severa puede llevar a síntomas como cansancio extremo, sed intensa, debilidad y piel seca. En situaciones críticas, es necesario administrar suero intravenoso para reponer los líquidos y electrolitos perdidos.
3. Problemas hepáticos
El dengue hemorrágico puede causar daño hepático, manifestándose como hepatitis o incluso insuficiencia hepática aguda. En los casos más graves, la insuficiencia hepática puede requerir un trasplante de hígado. Los síntomas de complicaciones hepáticas incluyen ictericia, dolor abdominal y cambios en el estado mental.