'Mi trabajo me hace feliz'.
“Yo nunca he estado triste ni enojado con lo que hago, siempre saco el mejor provecho y trabajo con el ejemplo”, exclamó Manuel Sandoval De León, director en la Escuela El Socorro, ubicada en el primer cuadro de la ciudad.
La edad de Manuel, son 84 años, y ha dedicado 62 años de su vida a la docencia y, pese a su edad, con el corazón lleno de amor, paciencia y sabiduría, continúa entregándose a los niños sin perder la meta de verlos felices e inteligentes con herramientas para tener éxito en su vida.
Hoy 15 de mayo Día del Maestro el profe Manuel recuerda como en 1962 egresó de la Escuela Normal de Saltillo con el símbolo en su escudo de “el trabajo todo lo vence” y tal y como se le enseñó en su formación es que el profesor sigue a diario trabajando con las mismas ganas que hace poco más de 6 décadas tiene sin dejarse vencer por las adversidades que nunca faltan en un aula.
Dedicación. “Un niño es un reto que tienes para mejorarlo, hay que saber cómo llegó y como sale, si el niño te dice ya le entendí quiere decir que tus enseñanzas se lograron” exclamó. En los planes de Manuel no se encontraban ser profesor sino ingeniero, pero influenciado por su familia terminó en la carrera de educador y afirmó que, en cuanto comenzó a experimentar de cerca la profesión cada vez se fue acrecentando más el gusto por su carrera en donde se encontraba con nuevas experiencias y lo motivaban a ser mejor para que los niños pensaran que su maestro era lo máximo. El profesor inició dando clases en un ejido de Durango, posteriormente logró conseguir su plaza en Monclova y una de las primeras escuelas a las que llegó y la recuerda con cariño es a la Francisco I. Madero ubicada en la colonia el Pueblo misma que inauguró al lado del señor Harold R Pape, “yo hice el discurso del niño que le agradeció por su aportación y una de las frases fue que los hombres pasan, pero sus obras quedan, en ese momento el señor se levantó abrazó al niño y se tomó una foto”.
A lo largo de su experiencia, Manuel abarcó diferentes primarias con los seis distintos grados, así como también secundaria y hasta universidad, pues logró estudiar una licenciatura más en educación en la Universidad Pedagógica Nacional. Y desde hace poco más de 20 años es el director de la escuela Socorro en donde los niños lo rodean cada que el profe les da una orden. “Me estiman y me hacen reír, soy feliz con lo que hago”.
Pasión. “El tiempo se pasa casi sin sentirlo porque haces algo que te gusta y tienes el deseo de seguir haciéndolo, pero el tiempo vuela sin darte cuenta”, al mismo tiempo resaltó como de corazón convivir con los niños, darles consejos, regalos, bromear con ellos o en ocasiones clases es lo que lo mantiene feliz y es parte de su día a día.
Pese a su edad el profesor declaró como esta consiente de cada una de las decisiones que toma, pero también que las capacidades físicas van disminuyendo y es por ello que actualmente se encuentra tramitando su jubilación, “Lo hago porque es momento para que otros tengan oportunidades, debe llegar alguien más joven en mi lugar, yo ya termine y hay más que lo merecen”.
Así mismo puntualizo diciendo que él no aconseja a los docentes a su cargo, sino que trabaja con el ejemplo y son ellos quienes tienen la decisión de seguir perseverando para mejorar mientras que, para los niños el mejor consejo es seguir estudiando porque ellos serán los futuros maestros, doctores, ingenieros y simplemente la base de la sociedad.
Feliz Día del Maestro.
'La educación me mantiene de pie'.
50 años son los que Deyanira del Carmen Díaz Campos ha entregado su servicio a las decenas de generaciones que ha visto pasar a través de la Secretaría de Educación. Fue a los 18 años en cuanto su vida tomó sentido, pues se enamoró de la noble labor que comenzó a ejercer, siendo pionera de la escuela José María Morelos, a donde llegó cuando solo eran cuartitos con grupos muy numerosos.
En este 15 de mayo, Día del Maestro, la profesora Deyanira reconoce que su labor no ha sido nada fácil, pero aun así se siente contenta de hoy en día ser la directora de la primaria, Club de Leones, mismo lugar en donde ella misma estudió cuando era una niña. “Yo me acuerdo de que corría por los pasillos y ahora que veo a otros niños me da nostalgia”, expresó.
Preparación. En cuanto salió de la secundaria tenía claro que su destino era ser maestra y así fue, pues en 1967 egresó de la Benemérita Escuela Normal del Estado de Coahuila con tan solo 18 años de edad consiguió de inmediato su plaza en la SEP y fue enviada como pionera a la escuela José María Morelos y junto a 2 profesores más comenzaron a educar a los vecinos de la zona y no solo niños sino también adolescentes de 15 años que necesitaban recibir educación de inmediato, en el sitio permaneció algunos años, posteriormente llegó a la escuela Club de Leones número 1 ubicada en la colonia el Pueblo donde ha permanecido durante 53 años, pues con su esfuerzo y dedicación logro ascender y convertirse en directora.
Perspectiva. De acuerdo a la profesora un niño debe tener valores y buenos sentimientos, eso les ayudará a ser personas de bien con ganas de buscar un futuro comprometedor, pero sobre todo que sean muy felices en lo que deseen dedicarse. Lo más satisfactorio que Deyanira dice obtener es el reconocimiento de sus alumnos “siempre me encuentro a gente y me pregunta maestra cómo está, yo les digo que quien son y ellos dicen que yo les di clases y soy muy buena maestra, eso es lo que más me gusta porque los alumnos pasan y pasan cada año, pero importa lo que tú les enseñaste y se les quedó grabado”, sostuvo. En base a su experiencia, un maestro debe ser una buena persona y a su vez tener mucha paciencia y calma, ya que eso es lo que necesitan los estudiantes y sin duda aquel que cuenta con estos 2 requisitos es un docente integro.
Consejo. “Yo siempre les digo a mis alumnos que ellos deben ser mejores que nosotros y así es, tengo muchos que son abogados, doctores y se empeñan por salir adelante, no me canso de alegrarme por las cosas buenas que después de estudiar consiguieron”. Aunque son más de 5 décadas de servicio, Deyanira recalcó que ella seguirá trabajando hasta que Dios le preste licencia y salud, pues no tan fácilmente puede dejar el sitio que se ha convertido su hogar.
Feliz Día del Maestro.