Muchos de los trabajadores tenían más de cuatro meses tratando de encontrar un empleo sin lograrlo.
La necesidad de un trabajo obligó a 30 monclovenses a emigrar a Saltillo para trabajar en la empresa MABE, contratados a través del Servicio Nacional de Empleo, en un primer viaje que hizo la maquiladora.
Con sus maletas al lado y con cierta melancolía de dejar su tierra natal, los reclutados por MABE, hombres y mujeres, esperaban afuera del Estatal del Empleo a que llegara el camión, algunos fueron despedidos por sus padres o familia, ya que nunca habían partido de casa.
Oportunidad. La empresa ofertó recientemente vacantes para su planta MABE refrigeración en jornada de empleo, con un sueldo inicial de 350.65 pesos diarios y el primer mes de 363.35 pesos y segundo mes 375.06 pesos.
Ofrecieron una semana adicional de pago por gastos de instalación, alimentos gratis los primeros 10 días con las tres comidas y vivienda por cinco meses con todo equipado de refrigerador, estufa y cama. El trabajo es permanente y MABE dijo estar gustosa de que las personas de Monclova y la Región Centro formen parte de la "familia MABE".
Situación. Entre los trabajadores que abordaron el autobús estaba Jacobo Martínez, soldador, quien comentó que se vio en la necesidad de alejarse de su familia porque en la Región Centro no encontraba trabajo o pagaban muy poco.
Dependen de él su esposa y algunos de sus hijos, ya que tiene de 24 y 26 años hasta uno de 18 años, y otros de 11 y 13 años.
Antes laboró en Monterrey, y antes en Inmagusa de Castaños, pero le tocó un reajuste que hubo, así que por un tiempo estuvo en Nuevo León, pero desde enero se vino a Monclova y desde entonces buscaba empleo sin obtenerlo.
Por ello, agregó que decidió aceptar el trabajo de MABE aunque sea fuera de la ciudad.
"Por el bienestar de mis hijos, de mi esposa, tengo que emigrar y emplearme en el trabajo que haya y, si es fuera de la ciudad, tengo que ir", externó el trabajador.
Espera que la empresa cumpla con todo lo que ofreció al contratarlos y les den el hospedaje adecuado y no pase lo que le ha tocado, que cuando los llevan a otra ciudad los acomodan en condiciones de hacinamiento y no cumplen con lo prometido.
Igualmente, parten de la ciudad Diego Morán, un joven electromecánico de 26 años, quien es la primera vez que se aleja por un tiempo del hogar con sus padres.
Él trabajaba en una empresa, pero hace un año renunció porque el sueldo era muy bajo para lo que realizaba, que no compensaba siquiera el gasto de gasolina para su traslado, así que decidió renunciar, esto hace un año y desde entonces no ha podido colocarse, pese a que ha dejado muchas solicitudes y participado en las jornadas de empleo.
Alejandra López, quien ha trabajado durante más de 20 años en maquiladora, comentó que aceptó laborar en MABE en una ciudad foránea, porque en la localidad no hay trabajo y cuando logra colocarse, el salario es muy bajo y muchas veces no les pagan el Seguro Social, así que no le conviene estar invirtiendo de su dinero para transportarse y alimentos cuando el salario es mínimo y ella necesita cotizar para lograr una pensión digna y no depender de su hija.