La actriz mexicana deslumbró en el desfile de Gucci con un little black dress elegante y sensual
El lunes 13 de mayo, la firma italiana Gucci presentó su colección Crucero 2025 en el museo Tate Modern de Londres. Al desfile asistieron celebridades como la actriz Demi Moore, la cantante Dua Lipa, la actriz mexicana Eiza González y la modelo Kate Moss, con su hija Lila Moss, quien ha seguido sus pasos en la industria de la moda.
Salma Hayek también se cuenta entre las personalidades que sorprendieron en el front row, en compañía de su esposo, François-Henri Pinault, quien es presidente del grupo Kering, conglomerado al cual pertenece Gucci. Como siempre, la actriz mexicana deslumbró a todos con su vestimenta, esta vez se trata de un vestido negro lleno de detalles encantadores.
Salma Hayek dice sí al 'little black dress'
Salma Hayek eligió asistir al desfile de la primera colección Crucero del director creativo Sabato De Sarno con una de la piezas más clásicas de todas: un vestido negro. Esta prenda, conocida como little black dress, fue popularizada por la diseñadora francesa Coco Chanel en los años veinte. En un momento en que era asociado con el duelo, ella exploró su versatilidad para otras ocasiones.
El vestido de Hayek es entallado y llega a las rodillas, de manera que es perfecto tanto para el día como para la noche. Una de las bellezas que destacan en la prenda es el juego de drapeados que se posan tanto en la parte del busto como en la falda. En el escote, luce un diseño asimétrico que moderniza el look.
Otra característica que destaca del vestido de Salma —y que es el trucazo para acentuar la cintura—, es que tiene incorporado un cinturón ancho que ayuda a armonizar la silueta. Para lograr este efecto, el vestido puede ser únicamente entallado, pero el cinturón (incorporado o añadido) suele crear más balance.
Bolso plateado, labios rojos
Hayek completó su look con complementos plateados, tonalidad metálica que siempre acentúa la elegancia. Llevó unas sandalias con plataforma y una bolsa con asa de cadena.
Para la ocasión, decidió dejar su cabello suelto, peinado con raya en medio y ondas suaves. En su maquillaje, resaltaron sus labios con un rojo escarlata clásico y su mirada con un tradicional cat eye y pestañas con volumen.
En diciembre del año pasado, la artista mexicana eligió también un vestido negro con drapeado, más sencillo, para asistir al desfile de otoño de Balenciaga en Los Ángeles, otra de las firmas de Kering.