El niño comenzó a tener convulsiones, así que lo llevaron rápidamente a una clínica del IMSS para que lo atendieran médicamente.
La comunidad de la colonia Doctores en Piedras Negras, Coahuila, se conmocionó por un incidente en el que un bebé de dos años fue ingresado de urgencia a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) después de haber ingerido por accidente veneno para piojos.
El pequeño, cuya identidad no se reveló, comenzó a mostrar síntomas alarmantes, como convulsiones, según contó su padre, Juan Manuel Madrigal, de 30 años, según informes locales.
La familia actuó rápidamente y llevaron al niño al centro médico, donde los doctores diagnosticaron una intoxicación grave.
El equipo médico del IMSS actuó con prontitud, realizando un lavado de estómago y brindando atención médica de emergencia al niño. Actualmente, el niño se encuentra bajo estricta observación en el hospital, mientras esperamos su pronta recuperación.
Este incidente ha planteado preguntas sobre la supervisión y la seguridad en el hogar.
Las autoridades de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia (PRONNIF), en colaboración con agentes de Investigación Criminal, han iniciado una investigación para determinar si los padres cometieron alguna negligencia que podría constituir un delito.
La comunidad de Piedras Negras espera ansiosa que el niño se recupere por completo y que este incidente sirva como un recordatorio de la importancia de mantener los productos químicos peligrosos fuera del alcance de los niños.
Es importante tomar precauciones cuando hay niños en casa.
Evitar que los niños se intoxiquen con productos químicos almacenados en el hogar es fundamental para garantizar su seguridad. Aquí tienes algunas medidas que puedes seguir:
Almacenamiento seguro: Mantén los productos químicos fuera del alcance de los niños, preferiblemente en armarios o estantes altos, y ciérralos con llave si es posible.
Etiquetado claro: Asegúrate de que todos los productos estén claramente etiquetados con su contenido y advertencias de seguridad.
Educación: Enséñales a los niños desde temprana edad sobre los peligros de los productos químicos y la importancia de no tocar ni ingerir ningún producto sin la supervisión de un adulto.
Seguridad en el uso: Utiliza los productos químicos de manera responsable y siguiendo las instrucciones del fabricante. Nunca los dejes al alcance de los niños mientras los estés utilizando.
Sustituciones seguras: Donde sea posible, elige alternativas más seguras y naturales para los productos de limpieza y otros químicos en el hogar.
Supervisión activa: Mantén una supervisión constante de los niños pequeños, especialmente en áreas donde haya productos químicos almacenados o en uso.
Bloqueo de seguridad: Considera instalar cerraduras de seguridad en los gabinetes donde guardas productos químicos para evitar que los niños tengan acceso a ellos sin supervisión.
Eliminación adecuada: Deshazte de los productos químicos de manera adecuada y segura cuando ya no los necesites. Esto puede implicar llevarlos a centros de reciclaje o de eliminación de residuos peligrosos.