Algunos de los monumentos protegidos por el INAH en Monclova muestran signos de deterioro y falta de mantenimiento.
No ha bastado contar con más de 100 años de antigüedad y ser monumentos protegidos por el INAH para alcanzar la importancia de ser vestigios de la historia que deben ser cuidados, conservados y admirados logrando que trasciendan en el tiempo, por el contrario, algunos de los siete monumentos registrados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, como vestigios históricos, presentan deterioro, falta de mantenimiento y proyección para que más gente y los jóvenes conozcan de esta riqueza.
Los siete sitios emblemáticos protegidos por el Centro Histórico y el INAH, son los siguientes: museo Coahuila y Texas, el muro de La Purísima, iglesia San Francisco de Asis, iglesia Santiago Apóstol, museo El Polvorín y la entrada del antiguo panteón y hospital militar.
Es triste ver el Muro de La Purísima sin la placa de datos históricos y, en su lugar, grafiti y vandalizado así como el área que se decuó para protegerlo, está con hierba alta y basura. La entrada del antiguo panteón militar, que se ubica en la entrada de la escuela Club de Leones 1, donde la estructura está maltratada de los cimientos o la iglesia Santiago Apóstol donde tiene más de un año su cúpula sin arreglar y cuenta con deficiencias en los muros por la falta de mantenimiento.
Emblemáticos. José Luis Rodríguez Silva, presidente de la Junta de Protección y Conservación del Centro Histórico, reconoció que han sido muchas pérdidas de sitios históricos o los vestigios que quedan de ellos y esto ha sido por ignorancia, falta de cultura o no conocer las raíces, o restarle importancia.
Comentó que en una encuesta hecha a jóvenes sobre cómo conocían la cultura de Monclova, respondieron con respuestas de que Monclova era la capital del acero, o de las tortillas de harina.
Algunos de los monumentos históricos citados quedan dentro del polígono de 72 manzanas que forman el Centro Histórico de Monclova, donde hay sitios atractivos y que están dentro del catálogo sin que sean de protección del INAH, ya van desde la calle Juárez, toda la calle Hidalgo hasta llegar a La Alameda y sector El Pueblo, entre esa área están la plaza Zapopan, La Ermita, La Aldama, la Alameda, El Pueblo, el muro de la iglesia de La Purísima, el camino de la ruta de Hidalgo o ruta de la Libertad, El Molino, y otros monumentos que trascienden en las épocas donde Monclova tuvo varias fundaciones.
Rodríguez Silva destacó que el objetivo de la Junta es precisamente cuidar, tener un reglamento y rescatar estos lugares de importancia en la ciudad y que se están olvidando, que tienen que tener su mantenimiento por las autoridades municipales a través de las direcciones correspondientes como Arte y Cultura y del INAH.
Muchos desconocen el valor cultural que se tiene cuando es cultura y turismo al abrir el abanico de oportunidades en la promoción de la ciudad.
El Muro de la Purísima. Es un muro de piedra, el único vestigio que queda de este templo del siglo XVII. En la parte inferior del arco de la ventana aún se pueden apreciar restos del decorado en color rojo que tenía.
Panteón. Fue un hospital real cuando fue fusilado el insurgente Ignacio Aldama, el 20 de junio de 1811.
Museo. El Polvorín lleva su nombre así porque ahí almacenaban pólvora para las batallas hace más de 242 años de su construcción, el actual museo de armas y aspectos históricos ha sido mudo testigo de las etapas más destacadas de la historia de México.
San Francisco de Asís e iglesia Santiago Apóstol, representan edificios históricos fundados en 1871, en la de Asís, y la Apóstol. 1698.