Cuando se habla del planeta Tierra y el estudio de todo lo que hay en el exterior se ha llegado a mencionar la basura espacial, pero te has preguntado si ¿este tema debe ser preocupante? Vamos a conocer qué dice la ciencia.
La basura espacial, también conocida como desechos espaciales, son objetos artificiales que orbitan la Tierra sin cumplir ninguna función útil. Estos objetos pueden ser desde pequeños fragmentos de pintura hasta satélites completos fuera de servicio.
Si bien la basura espacial siempre ha existido, la cantidad de desechos en órbita ha aumentado considerablemente en los últimos años, lo que ha generado preocupación entre la comunidad científica y las agencias espaciales.
¿Por qué es un problema la basura espacial?
La principal preocupación es que la basura espacial puede colisionar con satélites operativos, la Estación Espacial Internacional o incluso naves espaciales tripuladas. Estas colisiones pueden causar daños graves o incluso la destrucción de estas naves, con potencialmente fatales consecuencias para las personas a bordo.
Además, la basura espacial puede crear un efecto dominó, conocido como síndrome de Kessler. En este escenario, una colisión entre dos objetos grandes podría generar una gran cantidad de nuevos fragmentos, lo que aumentaría la probabilidad de más colisiones y así sucesivamente.
¿Qué está haciendo la NASA y otras agencias espaciales?
La NASA y otras agencias espaciales están tomando medidas para abordar el problema de la basura espacial. Algunas de estas medidas incluyen:
Seguimiento de la basura espacial: Se utilizan radares y telescopios para rastrear la ubicación y el movimiento de la basura espacial. Esto permite a los operadores de satélites y naves espaciales tomar medidas para evitar colisiones.
Desarrollo de nuevas tecnologías: Se están desarrollando nuevas tecnologías para eliminar la basura espacial, como arpones espaciales y redes láser.
Cooperación internacional: Las agencias espaciales de todo el mundo están trabajando juntas para desarrollar estrategias para abordar el problema de la basura espacial.
Un estudio de la NASA de 2018 encontró que la probabilidad de que un astronauta en la Estación Espacial Internacional sea golpeado por un trozo de basura espacial de al menos 1 cm de diámetro es de aproximadamente 1 en 225 durante su carrera.
Otro estudio, publicado en la revista Nature Astronomy en 2020, encontró que la cantidad de basura espacial en órbita terrestre está creciendo a un ritmo alarmante y que, si no se toman medidas, podría llegar a un punto crítico en las próximas décadas.