Enfrentarse a un paro cardiaco es una situación que puede ser aterradora, pero la intervención rápida y precisa puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
La reanimación cardiopulmonar (RCP) junto con la desfibrilación, son herramientas útiles en estas situaciones críticas, según revela la jefa de Enfermeras del Servicio de Hospitalización e instructora de Soporte Vital Básico y Avanzado del Instituto Nacional de Cardiología (INC) “Ignacio Chávez”.
Veamos cómo estas técnicas han transformado las probabilidades de supervivencia y cómo todos podemos aprender a ser héroes cotidianos.
La RCP, combinada con la desfibrilación, ha demostrado ser una fórmula efectiva para combatir el paro cardiaco, evitando la muerte súbita en hasta un 90% de los casos cuando se administra en los primeros tres a cinco minutos después del colapso del paciente.
Esta información, proporcionada por expertos del Centro de Entrenamiento en Reanimación Cardiopulmonar del INC, resalta la importancia de la intervención rápida y precisa en estas emergencias.
La jefa de Enfermeras del INC subraya la necesidad de educación en reanimación para aumentar la conciencia y la aplicación estandarizada de las técnicas de RCP. Enfatiza que, aunque muchos paros cardiacos ocurren en lugares públicos, como hogares, aeropuertos o gimnasios, solo una minoría recibe la atención adecuada. Por ello, capacitar a la población en estas habilidades puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en momentos críticos.
Es crucial entender la diferencia entre un paro cardiaco y un ataque cardíaco. Mientras que en el primero se detiene la actividad mecánica del corazón debido a una alteración eléctrica, en el segundo se bloquea el flujo sanguíneo en una parte del órgano. La RCP de soporte vital básico, mediante compresiones torácicas y respiración de rescate, busca mantener la circulación sanguínea y proporcionar oxígeno al cerebro y al corazón.
Sin embargo, la RCP por sí sola no siempre reactiva el corazón, por lo que la desfibrilación es crucial. Esta técnica, que implica el uso de un desfibrilador externo automático, administra una descarga eléctrica para restablecer el ritmo cardíaco normal. Es por eso que la instructora enfatiza la importancia de que la población en general aprenda estas maniobras que pueden salvar vidas.