Piden a juez declare inconstitucionales las condiciones de más de 100 grados en instalaciones no refrigeradas.
Abril marca el comienzo de un calor abrasador en gran parte de Texas. Y si bien el calor del verano es incómodo para muchos, puede ser mortal para las personas encarceladas en el sistema penitenciario de Texas, donde las temperaturas regularmente alcanzan los tres dígitos.
Ante la probabilidad de otro verano sofocante por delante, los defensores de los derechos penitenciarios presentaron el lunes una denuncia contra el director ejecutivo del Departamento de Justicia Penal de Texas, Bryan Collier, argumentando que la falta de aire acondicionado en la mayoría de las prisiones de Texas equivale a un castigo cruel e inusual.
La presentación provino de cuatro organizaciones sin fines de lucro que se unen a una demanda presentada originalmente en agosto pasado por Bernie Tiede, un recluso que sufrió una crisis médica después de ser alojado en una celda de Huntsville que alcanzó temperaturas superiores a los 110 grados Fahrenheit (F) (43.3 grados Celsius).
Tiede, un conocido delincuente cuyo asesinato en 1996 de una viuda adinerada inspiró la película “Bernie”, fue trasladado a una celda con aire acondicionado tras una orden judicial, pero no se garantiza que permanecerá allí este año.
La presentación del lunes amplía el número de demandantes para incluir a todos los reclusos encarcelados en prisiones no refrigeradas de Texas, lo que ha provocado la muerte de docenas de reclusos de Texas y le ha costado al estado millones de dólares en su lucha contra demandas por muerte por negligencia y derechos civiles.
Los demandantes piden que un juez federal de Austin declare inconstitucional la política penitenciaria del estado y exija que las prisiones se mantengan por debajo de los 85 grados Fahrenheit. Las cárceles de Texas ya están obligadas a mantener las instalaciones a una temperatura inferior a los 85 F (29.4 C), y las prisiones federales en Texas tienen un máximo de 76 grados (24.4 C).
Entre junio y agosto del año pasado, la temperatura promedio fue de 85.3 (29.7 C), la segunda más alta registrada detrás de 2011. Y este año no parece ser mucho más frío. La temporada de invierno más reciente fue la más cálida jamás registrada en los Estados Unidos continentales, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.