En estos centros, los pequeños aprenden a través del juego, fortaleciendo vínculos afectivos y desarrollando habilidades clave para toda la vida.
Una gran diferencia es la que logran percibir tanto las educadoras como los padres de familia en el desarrollo de los menores que acuden a la educación inicial en comparación con aquellos que pasan sus primeros años de vida en casa. Quienes no asisten a educación inicial suelen tardar más en lograr la adaptación y socialización al ingresar al preescolar. La entidad cuenta con distintos planteles para atender esta necesidad de la sociedad, los cuales cuentan con maestras muy preparadas para asumir la gran responsabilidad de brindar los primeros pasos educativos a los menores.
Ana Margarita Villarreal, directora de educación en el estado, detalló que la prioridad para las autoridades es atender la primera infancia, ya que es crucial para el desarrollo de todo ser humano. Es en esta etapa donde se siembran las bases y los cimientos para toda la vida, por lo que es un derecho de los infantes recibir este tipo de educación. En los centros donde se imparte este tipo de educación se reciben a infantes desde los 45 días de nacido hasta los 2 años 11 meses de edad, preparándolos para el jardín de niños.
La directora destacó que la principal estrategia para llevar el aprendizaje a los niños es a través del juego. Esta metodología fortalece el apego y los vínculos afectivos para lograr generar seguridad y que puedan desarrollarse adecuadamente. El convivir entre niños de la misma edad les ayuda a desarrollar el lenguaje, la socialización y aprender distintas cosas que son importantes para toda la vida. En la educación inicial se forma el lenguaje, el carácter y la personalidad de los niños, para lo cual se cuenta con todo un equipo multidisciplinario que los atiende en sus distintas etapas del desarrollo.