Se trata de una producción que se está llevando todas las miradas en la plataforma y un personaje siniestro sin igual.
En 2016 Netflix estrenó la serie documental “El asesino del impermeable: La captura de un depredador coreano”, trama que cuenta la historia real de Yoo Young‑chul, un asesino en serie que asechaba en la ciudad de Seúl.
Young-chul fue condenado a la pena de muerte por los distintos asesinatos que perpetró pero, debido a que la legislación de Coreo del Sur lo impide, a sus ahora 54 años, sigue detenido en la prisión de Seúl.
Conocido como “El asesino del impermeable”, de septiembre a noviembre del 2003, Yoo le arrebató la vida a varios adultos mayores adinerados, irrumpió en sus casas y los golpeó con un martillo, para fingir un robo. Posteriormente atacó a masajistas femeninas. Fue arrestado en enero de 2004, por un cargo menor de robo, pero liberado dos días después.
Entonces cambió su modo de atacar. Comenzó a llamar a damas de compañía a su casa y después de un encuentro íntimo con ellas, las mató, mutiló y desmembró para eliminar sus huellas. Los restos de 11 cuerpos fueron encontrados detrás del Templo Bongwonsa después de su arresto.
Capítulo tras capítulo, uno más siniestro que el otro, narra los escalofriantes detalles de sus crímenes y sus confesiones, en las que admitió haber asesinado a más de 26 personas. La lista de víctimas incluía a un vendedor ambulante y una trabajadora de una tienda de ropa a quien Yoo confundió con una sexoservidora.
En la serie también se documenta el arresto de “El asesino del impermeable” y el juicio en el que intentó suicidarse y atacó a los jueces.
A pesar de que Yoo Young‑chul intentó demostrar que padecía enfermedades mentales, la Justicia no le creyó y terminó condenándolo a la pena de muerte por los atroces actos cometidos, pero hasta hoy, esa sentencia no se ha ejecutado.