Por qué dan calambres con el calor y cómo puedes evitarlos

El verano se acerca a pasos agigantados, trayendo consigo el sol radiante, las playas llenas de vida y la alegría de las actividades al aire libre. Sin embargo, este periodo de descanso y diversión también puede ser escenario de un enemigo silencioso: los calambres por calor.

Los calambres por calor son espasmos musculares repentinos e involuntarios que suelen producirse durante la actividad física en ambientes calurosos. Ocurren cuando el cuerpo pierde demasiados líquidos y electrolitos (como sodio, potasio y magnesio) a través del sudor.

Aunque el esfuerzo físico también puede desencadenar calambres en climas fríos, estos no están relacionados con la temperatura y probablemente se deban a la fatiga muscular. 

En cambio, los calambres por calor pueden afectar incluso a personas bien entrenadas que sudan profusamente pero no reponen adecuadamente la sal perdida, lo que puede llevar a la hiponatremia.

¿Por qué suceden los calambres por calor?

  • Deshidratación y Desequilibrio Electrolítico: Cuando sudamos, perdemos agua y electrolitos como sodio, potasio y magnesio. La falta de rehidratación adecuada y la reposición insuficiente de estos minerales pueden provocar calambres musculares.
  • Fatiga Muscular: El esfuerzo prolongado y la falta de descanso pueden agotar los músculos, aumentando la probabilidad de calambres.
  • Aclimatación Insuficiente: Si no estamos acostumbrados al calor, nuestro cuerpo puede reaccionar con calambres. La aclimatación gradual es clave para evitarlos.
  • Exposición Prolongada al Sol: La exposición prolongada al sol puede aumentar la temperatura corporal y desencadenar calambres.

Cómo prevenir los calambres por calor

Hidratación: Bebe suficiente agua antes, durante y después de la actividad física en climas cálidos. La deshidratación aumenta el riesgo de calambres.

Equilibrio de Electrolitos: Además de agua, repon los electrolitos perdidos con bebidas deportivas o alimentos ricos en sodio y potasio.

Estiramientos: Realiza estiramientos antes y después del ejercicio para mantener tus músculos flexibles.

Ropa Adecuada: Usa ropa ligera y transpirable para ayudar a regular la temperatura corporal.
Descanso y Sombra: Descansa en áreas sombreadas y evita la exposición prolongada al sol.

Los calambres por calor pueden ser dolorosos y desagradables, pero con un enfoque en la hidratación, el equilibrio de electrolitos y la aclimatación gradual, podemos minimizar su impacto. Así que, la próxima vez que sientas ese tirón en tu músculo, recuerda: ¡hidrátate y mantén la calma bajo el sol abrasador!

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