"Enseñar es dejar huella en el corazón de un niño".
En Monclova, se encuentra un pequeño oasis de aprendizaje y amor: el Kínder "La Casita". Durante 35 años, ha sido dirigido con pasión y compromiso por la querida directora Rosadina Rotunno Aguayo. Conocida por su buen carácter y su dedicación inquebrantable hacia los niños y el personal educativo, Rosadina ha dejado una huella imborrable en la comunidad escolar.
En esta entrevista, nos adentramos en la historia de esta líder ejemplar, explorando sus desafíos, triunfos y la visión que ha guiado su trayectoria como directora. Acompáñanos a descubrir el corazón y el alma de "La Casita" a través de los ojos de quien ha sido su guía durante más de tres décadas.
¿Cuál es su opinión sobre el papel de un director de kínder en la formación de los niños?
“Creo firmemente que el papel de un director de kínder va más allá de la mera gestión administrativa. Es un rol fundamental en la formación inicial de los niños, donde se establecen las bases para su desarrollo emocional, social e intelectual. Es un privilegio y una responsabilidad enorme contribuir a la creación de un ambiente donde los niños puedan ser felices, íntegros y exitosos en su vida escolar y más allá”.
¿Cómo ha enfrentado los desafíos planteados por la pandemia en su kínder?
“La pandemia ha sido una de las pruebas más difíciles que hemos enfrentado como comunidad educativa. Sin embargo, nunca dudé en continuar nuestra labor por el bienestar de nuestros alumnos. Adaptamos rápidamente nuestras metodologías para ofrecer educación a distancia, manteniendo el contacto cercano con los padres y brindando apoyo emocional a los niños y sus familias en estos tiempos difíciles”.
¿Cuál considera que es su mayor fortaleza como directora de "La Casita"?
“Creo que mi mayor fortaleza como directora es mi nobleza y mi buen carácter frente a los alumnos y el personal. Creo en la importancia de crear un ambiente escolar cálido y acogedor, donde todos se sientan valorados y respetados. Esta actitud ha sido clave para mantener un ambiente positivo incluso en momentos de adversidad”.
¿Cómo ha sido el apoyo de los padres de familia durante su gestión como directora?
“Me siento verdaderamente afortunada de contar con el apoyo incondicional de los padres de todos nuestros estudiantes. Han sido nuestros aliados en cada paso del camino, colaborando estrechamente con nosotros para asegurar el bienestar y el éxito de sus hijos. Su participación activa y su confianza en nuestro equipo han sido fundamentales para el progreso de nuestra comunidad educativa”.
¿Cuál es su mayor satisfacción en estos 35 años al frente de "La Casita"?
“Mi mayor satisfacción de estos 35 años al frente de "La Casita" es ver el impacto positivo que hemos tenido en la vida de tantos niños y familias. Ver a nuestros exalumnos convertidos en personas íntegras y exitosas, sabiendo que de alguna manera contribuimos a su desarrollo, es una recompensa invaluable que supera cualquier desafío o sacrificio”.
¿Qué consejo le daría a los directores de kínder que están comenzando su carrera?
“Les aconsejaría que siempre mantengan el foco en el bienestar de los niños. Cultiven un ambiente de respeto, empatía y amor por el aprendizaje. Sean flexibles y estén dispuestos a adaptarse a los cambios, siempre manteniendo la calidad educativa como prioridad. Y, sobre todo, nunca subestimen el poder de su propia actitud para inspirar y motivar a quienes les rodean”.
¿Cuál ha sido su mayor logro como directora de "La Casita"?
“Considero que mi mayor éxito como directora ha sido crear un ambiente donde los niños se sientan amados y seguros”.