Con la predicción de temperaturas elevadas en gran parte del territorio nacional, los golpes de calor pueden ser recurrentes entre la población, especialmente entre los adultos mayores. Saber cuáles son los síntomas de esta condición de salud ayuda a prevenir complicaciones graves e incluso la muerte.
Los adultos mayores y los niños pequeños son más susceptibles a los efectos adversos del calor. Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), los adultos mayores tienen una percepción térmica reducida, lo que puede llevarlos a no tomar las precauciones necesarias contra las altas temperaturas, aumentando el riesgo de golpes de calor.
Es fundamental estar atentos a los síntomas de un golpe de calor o insolación en personas mayores. Reconocer estos signos puede ser crucial para intervenir a tiempo y prevenir complicaciones graves.
Síntomas de golpe de calor en adultos mayores:
- Sensación de debilidad.
- Sed intensa y sequedad en la boca.
- Fiebre.
- Confusión, agitación, dificultad en el habla.
- Dolor de cabeza.
- Desmayos.
- Piel seca o sudoración excesiva.
- Náuseas y vómitos.
- Dolores de estómago, falta de apetito.
- Respiración agitada o pulso excesivo.
- Enrojecimiento de la piel.
- Hiperventilación.
Para evitar estos incidentes, es crucial seguir una serie de estrategias preventivas. Entre estas se encuentran mantener una hidratación adecuada, evitar el consumo de alcohol, abstenerse de realizar ejercicio intenso en momentos de calor extremo, planificar comidas ligeras y evitar la exposición directa al sol, especialmente entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde.
Además, se recomienda mantener una ventilación adecuada en los hogares y usar ropa holgada y sombreros para protegerse del sol.
En caso de identificar estos síntomas en una persona mayor, es crucial actuar rápidamente. Se debe llamar a los servicios de emergencia al número 911 y seguir las siguientes pautas: colocar a la persona a la sombra, quitarle el exceso de ropa, aplicar compresas húmedas en áreas clave como el cuello y las axilas, hidratarla con agua fresca en pequeños sorbos y mantenerla en una posición semisentada con la cabeza elevada para facilitar la respiración.