Las campañas para renovar las alcaldías de Coahuila han seguido su curso y cada cual ha hecho lo propio con los recorridos por las calles en los diferentes sectores de sus municipios pertinentes, pero los movimientos por debajo de la mesa son acciones que no podían faltar en el menú previo a la jornada electoral 2024 y como dice un dicho por ahí, en la guerra y en el amor todo se vale, "hasta las zancadillas y las traiciones".
En lo que respecta a Monclova, ya comienza a inclinarse la balanza hacia un Carlos Villarreal, candidato del PRI que lo están conduciendo por el camino de las reuniones con empresarios y dirigentes de diferentes organizaciones tanto gubernamentales como privadas obteniendo el resultado del apoyo a su favor, lo que lo vuelve más fuerte para las elecciones del 2 de junio.
El pasado fin de semana dio a conocer su plan de trabajo y todos esos factores lo están llevando a ir como caballo de hacienda en este ejercicio de campaña, tan es así que algunos que nadie pensó se le están sumando y lo están haciendo de manera pública posando en algunas fotografías con el candidato tricolor.
Otro de los que ha sorprendido es Mario Dávila candidato del PAN, esto luego de que muchos auguraron que al ir como un solo partido se le alejaría mucha gente, sin embargo lo que se ha visto en campaña es a un candidato albiazul con un número importante de personas que lo están acompañando a los diferentes recorridos donde para nada se le ve solo y además que la gente lo está atendiendo para saber parte de sus propuestas de campaña, esas que se llevan hasta las puertas de cada casa.
Sin embargo, se veían venir muchas traiciones hacia Dávila por parte de personalidades o funcionarios que hasta hace días trabajaban en el ayuntamiento y que hoy han cambiado de bando para sumarse al trabajo del candidato priista y darlo a conocer públicamente en diferentes plataformas digitales.
No podemos decir que le están comiendo el mandato, cada quien hace lo suyo y confía en la mejor decisión del electorado, pero sí es bastante común que muchos apliquen la puñalada por la espalda justo como está sucediendo, pero sabemos que es algo que no le preocupa al candidato panista.
Y es que el primer traicionero fue el actual diputado local Alfredo Paredes que sin pena alguna se dice llamar "el panista más priista", una desfachatez que le cayó como anillo al dedo para quitarse una máscara desvergonzada y tomar a la ligera que cuando le conviene se va con un partido o con otro, porque descaradamente se le ve en los eventos de campaña de Carlos Villarreal y Miguel Riquelme.
Es cierto que a Dávila no le importan las campañas negras que han hecho en su contra y todo parece indicar que tampoco le importan las traiciones, sin embargo el camino aún es largo y podrían sumarse cada vez las puñaladas y patadas por debajo de la mesa que sí podrían restarle a la hora del ejercicio electoral y será algo con lo que tendrán que lidiar y saber enfrentar los albiazules.
Por allá en la ciudad de Frontera, el que se siente más seguro que nunca es el candidato de Morena y actual alcalde Roberto Piña, quien ya se proclama como ganador al destacar los trabajos y obras realizadas en el municipio del riel y confiado asegura que la gente quiere que siga la prosperidad, aunque no se ha visto mucho a excepción de algunos campos deportivos a los que sí se les ha echado ganas, mientras que otros solo muestran decepción, pero eso ya lo dirá el resultado electoral, porque en esta ocasión Piña no la tiene tan fácil con la candidata priista Sara Irma Pérez, a quienes ya se le han sumado muchos que se habían ido del PRI, y Piña debe saber que ahora no competirá con Bella Alemán.