Necesita del buen corazón de la gente para tener respuesta en sus actividades económicas y costear los gastos.
"No estoy solo, Dios está conmigo’, son las palabras de fe a las que se aferra Omar Saucedo, quien desde hace 3 años enfrenta el cáncer de recto. Pese a que la enfermedad lo consume físicamente, la esperanza de ser feliz y salir de esta batalla lo mantiene vivo.
Omar, de 44 años de edad, pasó de pesar 84 kilos a 58, y en ocasiones un poco menos. La enfermedad cada día deteriora más su cuerpo y, aunado a ello, los pensamientos de depresión, ansiedad y desesperación rodean su mente. Luego de mantenerse callado porque le daba vergüenza "pedir", Omar alza la voz y clama la ayuda de los buenos samaritanos.
Panorama. Omar era un hombre trabajador de Frontera, Coahuila, quien se desempeñaba como un destacable soldador. Sin embargo, su vida dio un completo giro en cuanto fue diagnosticado con cáncer y, de un momento a otro, su calidad de vida mermó. A duras penas pudo conseguir arreglar el Seguro Social, pero solo de manera parcial, y en los próximos meses se le vencerá dicha licencia, por lo que se encuentra desesperadamente buscando la manera de ampliarlo; de lo contrario, no sabe de qué manera sobrevivir. Aún teniendo derechohabiencia, gasta de 3 mil a 4 mil pesos mensuales debido a los medicamentos que no se le entregan y debe comprar de su propia bolsa, esto sin poder trabajar y manteniéndose con rifas o actividades.
Complicaciones. Omar solo cuenta con el respaldo de su madre, una mujer de edad avanzada que, a raíz de la diabetes, está a punto de perder otra de sus piernas y se mantiene delicada de salud. ‘Estoy pasando por momentos muy duros, más con lo de mi madre que está enferma y ya me le van a quitar otra pierna’, señaló. Solo y sin nadie más que Dios acompañándolo, es como acude a sus quimioterapias, radioterapias o cualquier infusión que le vayan a realizar como parte de su tratamiento, ya que no cuenta con alguna persona de su confianza que lo sostenga mientras entra al hospital. Pero con meras ganas de vivir, no dejar a su madre sola y seguir viendo la luz del sol, es que no se deja vencer y pone todo el empeño de su parte para sentirse mejor.
Suplica. ‘Nunca me había animado a subirlo al Facebook porque me daba pena y vergüenza, pero llega uno a un momento donde lo necesita y aquí estoy tratando de vivir’, expresó. Así mismo, especificó que él no está pidiendo caridad o dinero regalado, sino que solo desea apoyo en las rifas que él realiza.
Actualmente se encuentra vendiendo quinielas para la temporada de Acereros y aseguró que aún le quedan muchas de 100 y 200 pesos, es por ello que espera que algún interesado se contacte y lo apoye, aunque sea con una.
Para un contacto directo, su número telefónico es 8662382424 o su red social en Facebook es Omar La Tolvita Saucedo."