Las probabilidades que tiene una mujer de sufrir una enfermedad cardiovascular, como infarto de miocardio o ictus (trombosis, embolia y hemorragia cerebral), pueden aumentar drásticamente después de la menopausia, alcanzando rápidamente al riesgo de los hombres de edad y perfil de salud similares, según los nuevos hallazgos presentados en la sesión científica anual del Colegio Americano de Cardiología.
Los investigadores creen que el estudio subraya la importancia de reconocer y abordar las señales tempranas de riesgo de enfermedad cardíaca en las mujeres a medida que pierden los efectos de los estrógenos, las hormonas protectoras frente a las patologías cardiovasculares, después de la menopausia.
«Este es un estudio de cohorte único de usuarias de estatinas posmenopáusicas que indica que las mujeres en esta etapa pueden tener un riesgo de enfermedad cardíaca similar al de los hombres. Las mujeres no son suficientemente examinadas ni tratadas, especialmente las posmenopáusicas, que tienen una avalancha de nuevos factores de riesgo de los que muchas no son conscientes. Este estudio crea conciencia sobre cuáles son esos factores de riesgo y abre la puerta para indicar la importancia de aumentar la detección del calcio en las arterias coronarias (CAC)«, afirma Ella Ishaaya, especialista en medicina interna en Harbor-UCLA Medical Center en Torrance, California, y autora principal del estudio.
Durante la investigación, las mujeres posmenopáusicas se sometieron a escáneres cardíacos para evaluar su puntuación CAC, una medida de acumulación de placa (grasa, calcio y otras sustancias) en las arterias del corazón. Una puntuación CAC más alta indica un mayor riesgo de sufrir un infarto u otros eventos cardíacos.
Los investigadores analizaron datos de 579 mujeres posmenopáusicas que tomaban estatinas para controlar su colesterol y se habían sometido a dos exploraciones CAC con al menos un año de diferencia. Las participantes no tenían ninguna enfermedad cardíaca en el momento de la primera exploración. Para comparar los cambios de CAC en hombres y mujeres, cada participante fue emparejada con un hombre de un perfil similar en términos de edad, raza, uso de estatinas, presión arterial y estado de diabetes.
Los investigadores dividieron a los participantes en tres grupos con niveles de CAC de 1 a 99, 100 a 399 y 400 o más al inicio. Entre su primera y segunda exploración cardíaca, las mujeres con un CAC inicial de 1 a 99 vieron aumentar esta cifra en una mediana de ocho puntos, el doble de la mediana de cuatro observada en sus homólogos masculinos. De manera similar, las mujeres con un CAC inicial de 100 a 399, lo vieron aumentado en una mediana de 31 puntos, aproximadamente el doble de la mediana de 16 observada en los hombres. No hubo diferencias significativas entre sexos para aquellos con un CAC inicial de 400 o más.
Los hallazgos sugieren que la acumulación de placa se acelera en las mujeres posmenopáusicas en comparación con los hombres, lo que indica que muchas féminas experimentan un fuerte aumento en el riesgo de problemas cardíacos.
Ishaaya apunta a que esto probablemente esté relacionado con la caída de estrógeno que experimentan las mujeres durante la menopausia. Se sabe desde hace mucho tiempo que el estrógeno tiene un efecto protector sobre la salud del corazón, pero los investigadores aseguran que muchas mujeres e incluso muchos médicos no son conscientes de lo que significa perder esa protección durante la menopausia.
«Después de la menopausia, las mujeres tienen mucho menos estrógeno y cambian a un perfil más rico en testosterona. Esto afecta a la forma en que el cuerpo almacena grasa, dónde la almacena y la forma en que la procesa; incluso afecta a la forma en que la sangre coagula. Y todos esos [cambios] aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas«, explica Ishaaya.
Las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte tanto en hombres como en mujeres, pero el riesgo cardiovascular de ellas, tradicionalmente, no se ha tratado lo suficiente porque las mujeres tienden a desarrollar enfermedades cardíacas a una edad más avanzada que los hombres y pueden experimentar síntomas diferentes y, a veces, más sutiles.
En base a estos resultados, los investigadores sugieren que las mujeres posmenopáusicas deberían hablar con su médico sobre los factores de riesgo de enfermedad cardíaca y realizar un seguimiento. Ishaaya opina que más mujeres podrían beneficiarse de los escáneres cardíacos en comparación con las que los reciben actualmente.
Dado que todas las mujeres en el estudio tomaban estatinas, pero muchas aún vieron un aumento sustancial en el CAC, los resultados también pueden indicar que las estatinas no son suficientes para mantener bajo control la acumulación de placa en esta población, advierte Ishaaya, que recomienda que estudios futuros investiguen la eficacia de las estatinas u otras terapias para reducir la carga de placa en mujeres posmenopáusicas.