El propio baterista confesó a sus fans mexicanos que este incidente aún sigue provocándole estrés
El accidente aéreo en el que estuvo involucrado hace 16 años, aún pesa en la mente de Travis Barker, baterista de Blink 182.
Ayer, previo al concierto ofrecido por la banda estadounidense en el Palacio de los Deportes, el músico convivió con fans en un meet and greet donde confesó ese problema.
“Travis es una persona sencilla, auténtica, accesible. Comentaba que estaba un poco nervioso porque todavía tenia un poco el trauma del accidente que tuvo en el vuelo y eso le sigue ocasionando un poco de estrés”, comenta Estefanía Trejo, una de las personas que estuvo presente en la reunión de 40 minutos.
El 19 de septiembre de 2008, Travis iba como pasajero en un vuelo privado con destino a Los Ángeles, cuando al momento del despegue los neumáticos estallaron, ocasionado que la aeronave se estrellara contra una valla de la pista, para luego quedar en llamas.
En el siniestro fallecieron tres amigos de Travis, quien sufrió quemaduras en más del 50% de su cuerpo.
Luego del convivio, Estefanía de 34 años los vio en el primer recital del Domo de Cobre.
“Los sigo desde hace 20 años y fue una locura el concierto”, considera la chica.
Esta mañana-tarde una veintena de fans se reunió en el hotel donde se hospeda la banda, esperando verlos de cerca.
Isaac, de 29 años, acudió con la intención de regalarles una playera de su propio grupo, pero ya para entonces en redes comenzaba a circular la versión de enfermedad en el grupo, que terminaría en cancelación.
El joven había comprado boleto para el concierto de esta noche: “Hace un año mi hermano tenía los boletos, cancelaron y dije, bueno, me espero y compré para hoy”, dijo minutos antes del anuncio oficial.