La rosácea, una afección cutánea inflamatoria crónica, se caracteriza por la dilatación de los capilares dérmicos, lo que provoca rojeces y brotes en áreas como las alas nasales, los pómulos, la frente y la barbilla.
En esta época del año, donde las variaciones en las temperaturas, la exposición al sol y otros factores ambientales pueden desencadenar brotes, es fundamental adoptar una rutina de cuidado adecuada para mantener la piel bajo control y lucir radiante. A continuación, te ofrecemos algunos consejos prácticos para cuidar tu piel con rosácea durante la primavera:
Limpieza suave:
Lava tu rostro tanto por la mañana como por la noche con un limpiador suave diseñado específicamente para pieles sensibles o con rosácea. Evita el agua caliente, ya que puede aumentar la irritación. Opta por agua fría para desinflamar y calmar la piel.
Hidratación:
Mantén tu piel bien hidratada con cremas humectantes formuladas para pieles con rosácea. Estas cremas deben tener un alto poder hidratante y ayudar a prevenir la irritación y el picor. Consulta a tu dermatólogo para encontrar los productos adecuados para ti.
Protección solar:
No salgas nunca sin aplicar un protector solar adecuado, incluso en días nublados o en interiores. Busca fórmulas diseñadas específicamente para pieles con rosácea, que sean no comedogénicas y que no obstruyan los poros.
Maquillaje ligero:
Opta por bases líquidas y ligeras que estén aprobadas por tu dermatólogo para unificar el tono de la piel sin obstruir los poros ni agravar la rosácea. Evita el uso de maquillaje pesado y brilloso, y opta por productos que contengan ingredientes calmantes.
Evita los ácidos:
Evita el uso de ácidos como el glicólico, láctico o salicílico, ya que pueden ser demasiado agresivos para la piel con rosácea. En su lugar, opta por tratamientos más suaves como el ácido azelaico o la niacinamida.
Al seguir estos consejos y adoptar una rutina de cuidado adecuada, podrás mantener tu piel con rosácea bajo control y disfrutar de la temporada primaveral con una tez radiante y saludable. Recuerda que cada piel es única, así que escucha las necesidades de la tuya y trata de mimarla con amor y cuidado.