¡Un hito en la industria del entretenimiento! Esta película no solo estableció un nuevo estándar dentro de su saga, sino que también se convirtió en la producción más costosa en la historia del séptimo arte.
Cuando se trata de los presupuestos asignados a las producciones de Hollywood, estamos acostumbrados a cifras exorbitantes. Cien millones, doscientos millones de dólares son sumas que se manejan con frecuencia en el mundo del cine, y que suelen traducirse en efectos especiales de primera, actores de renombre y campañas publicitarias masivas. Sin embargo, existe una producción que eclipsa a todas las demás con su inmensidad financiera. Con un presupuesto astronómico de 533 millones de dólares, Star Wars: Episodio VII: El despertar de la fuerza marcó un antes y un después en la industria cinematográfica. Este colosal gasto no solo abarcó los costos estándar de producción, como los salarios de los actores, los efectos especiales y el diseño de escenarios, sino que también financió una campaña de marketing sin precedentes que garantizó que el regreso de la saga a la pantalla grande fuera un evento inolvidable para los cinéfilos de todas las edades.
Aunque la magnitud del presupuesto podría sorprender a algunos, los seguidores de Star Wars comprenden que cada dólar invertido se refleja en la pantalla. Desde las impresionantes batallas espaciales hasta los asombrosos paisajes alienígenas, cada detalle de El Despertar de la Fuerza da vida al vasto universo creado por George Lucas hace décadas. El enorme presupuesto de Star Wars: Episodio VII no solo es un testimonio del compromiso de Disney y Lucasfilm con la calidad cinematográfica, sino que también subraya el estatus de la franquicia como una fuerza imparable en la cultura popular. Con su éxito en taquilla y la entusiasta recepción tanto de críticos como de fanáticos, queda claro que la galaxia muy, muy lejana sigue siendo un destino obligado para los amantes del cine en todo el mundo.
La apuesta de Disney ha dado sus frutos, ya que esta megaproducción figura actualmente como la quinta película con mayor recaudación en la historia del cine. Con una impresionante suma de 2,071 millones de dólares en ventas de entradas de cine, sin contar los ingresos por la venta de mercancía relacionada, la película es una inversión que ha valido la pena.